Investigaciones filológicas de canarias Fundación César Manrique Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
 
Glosario

Consideramos aquí sólo los términos que son «genéricos» y que, además, tienen algo de particular desde el punto de vista lingüístico (ya sea desde el plano de la expresión o/y desde el plano del contenido) o desde el punto de vista de la realidad designada, es decir, si son «canarismos», y más específicamente «lanzaroteñismos».



AbaeAgrioAlcaideroAlcojíaAljibeAncón
AndénAndoriñaArenadoAreneroArenillaArrabal
ArriaderoAtalayaAtracaderoAulagaAvutardaBahía
BailaderoBajaBajoBajónBalcónBanco
BardoBarquetaBarrancoBarranqueraBarrilitosBarrilla
BarrioBebederoBermejoBicudaBocaBonanza
BreñaBrujientoBrujillaBufaderoCabezoCaboco
CadenaCalderaCalderoCaleraCaletaCaletón
CallaoCalleCallejónCambuesaCamellaCampana
CampanarioCamuesaCañadaCancelaCañoCañón
CanteraCantoCarnaderoCasa HondaCascabulloCascahúllo
CascajoCasillaCazoletaCejoCercaCerro
ChaChabocoChacaronaChafarísChapaCharco
ChibusqueChinijoChiqueroChupaderoCisternaClaca
CodesoCohombrilloColladoComederoCoranzoncilloCorcovado
CorralCorricaCortijoCoscoCostaCuchillo
CumbreCumplidaDegolladaDestilaDiseEntradero
EntremontañaEraEscanilloEsquinsuelaEsresbalientaEstancia
EstanqueFariónFiloFragosoFrentónFuga
FunsianesGalanaGaleríaGarajaoGaviaGoro
GramilloGretaGuancheGueldeGuinchoGuirre
HervideroHiguerillaHornitoHoyaIsloteJable
JaldarJalloJameoJoradoJurelesJuyona
LajaLavaLomoLongueraLugarMadredelagua
MajadaMajapolaMajoMajueloMalezaMalpaís
ManchaManchónMaretaMarimondaMariscoMarrajo
MarrubioMatoMeanosMentideroMilloMiradero
MisaderoMojónMolinoMontañaMonteMorro
MuelaMuelleNateroPajeroPapagayoPardela
ParedParedónPeñaPerenquénPerritosPiedra
PlacerPozoProbísPuntaQuebradaQuemada
QuemeroRamblaRasoRebolajeRillaRío
RiscoRofeRoferoRompimientoRoqueRosa
RostroSalSalonesSarapicoSebaSefío
SeñaloSisitosSocoSolapaSombreroSonda
SuerteTabaibaTablaTahoseTaliscaTaro
TefíoTegalaTerreroTofioTopeTornajo
TornoToscaTrigueraTrilloTuneralTurma
UvillaVagadaValleVegaVerbenaVeril
VillaVisaderoVistaVolcán


 

Glosario

Abae // Abaes :

Forma dialectal canaria del abade o abadejo (Mycteroperca rubra / Gadus pollachius), pez de cuerpo alargado, color verdinegro y mandíbula prominente, parecido al bacalao, que marcha en cardúmenes.


Agrio :

Llámase así, figuradamente, al terreno abrupto, de difícil acceso e improductivo.


Alcaidero:

Forma dialectal lanzaroteña, por prótesis, del caidero canario, cauce en un risco por donde caen las aguas de lluvia en forma de cascada.


Alcojía // cogía :

Forma dialectal lanzaroteña, por prótesis; cogida de agua, terraplén o canal que se hace en el terreno para recoger agua de lluvia en depósitos, pozos o depresiones del terreno, incluso en gavias o bebederos; muy propios de Lanzarote y Fuerteventura.


Aljibe // Aljibes :

Depósito para almacenar el agua de lluvia, subterráneo y cubierto. En Lanzarote es muy típico el aljibe que tienen todas las casas de campo. Aparte ellos, existen aljibes colectivos que se hicieron en todos los núcleos de población de la isla, hoy ya fuera de uso y muchos de ellos desaparecidos, y existen otros privados, dispersos por todo el campo lanzaroteño, que sirvieron para alguna forma de riego o de abastecimiento para personas y animales. Por ello su frecuencia en la toponimia insular.

De los que no da cuenta la toponimia es de los aljibes caseros, los que tuvieron todas las casas de la isla, que ante la ausencia de aguas subterráneas debían recoger y aprovechar hasta la última gota de la que caía del cielo. Por ello las casas estaban construidas de tal forma que toda la lluvia caída en su perímetro, y aun fuera de él, era conducida al aljibe situado generalmente debajo del patio de la casa o limítrofe a ella.



Ancón // Ancones:

En Lanzarote este término está limitado a un único lugar de la costa noreste de la isla: Los Ancones, en plural (TE 9.117), con el mismo sentido que tiene en el español general: ensenada pequeña en que se puede fondear.


Andén // Andenes:

Paso estrecho y dificultoso por un risco.


Andoriña // Andoriñas :

Forma dialectal canaria para denominar a la golondrina (Hirundo rustica) y vencejos (Apus spp.); procede del portugués andorinha.


Arenado // Arenada // Arenales // Enarenado :

Terreno cubierto de arena volcánica, forma de cultivo típica de Lanzarote, ante la extrema sequía que padece. En los terrenos de lavas y malpaíses, una vez roturados y hallado el piso vegetal, se les cubre con rofe (nombre local del «lapilli») para lograr que el rocío de la noche se filtre y aproveche a la planta, a la vez que evita su evaporización y protege el suelo contra la erosión; con ello logran los arenados o enarenados, dando un aspecto de extremo cuidado y mimo a sus tierras de labor.

La función benéfica de los enarenados en la agricultura lanzaroteña fue un «descubrimiento» que hicieron sus campesinos a partir de las erupciones del Timanfaya, pues si bien en principio las lavas y cenizas habían destruido sus mejores campos y vegas, luego advirtieron que aquellos terrenos cubiertos de rofe mejoraban ostensiblemente su producción, pues ofrecían una triple función: protegían de la erosión, disminuían la evaporización y aumentaban el aporte de humedad al suelo, gracias a las cualidades higroscópicas de esta arena. Así que, con razón, los campesinos, que siempre son hijos de la tierra, en Lanzarote son también su padre.



Arenero :

Término que designa el lugar del que se extrae el rofe o arena volcánica para cubrir las tierras de labor.


Arenilla // Asnilla // Jarnilla:

Términos que alternan en la toponimia de Lanzarote para designar lugares caracterizados por la abundancia de arena.


Arrabal :

En la toponimia de Lanzarote, terreno no cultivado, de poca calidad.


Arriadero // Riadero:

Lugar de costa en que se forman charquitos a donde se llevaban los chochos (altramuces, Lupinus albus) a «endulzar», o las materias vegetales para prepararlas para la confección de cestería.


Atalaya :

El término atalaya está bien presente en las respectivas toponimias insulares, lo mismo que en la de Lanzarote, y siempre con el valor de 'punto elevado desde el que se divisa un amplio espacio', tal cual la 2ª acepción del DRAE.


Atracadero:

Lugar de costa acondicionado para amarrar las pequeñas embarcaciones del lugar y para realizar las faenas de carga y descarga.


Aulaga // Ajulaga // Aulagas :

(Launaea arborescens) Arbusto vernáculo de Canarias, espinoso, muy ramificado, con hojas caducas o ausentes y flores amarillas, característica de terrenos áridos, por su resistencia a la sequía. Es la especie que usan en los experimentos del fuego en la Montaña del Fuego en Lanzarote. Es el «esqueleto de planta» que le llamó Unamuno.


Avutarda :

Es la hubara canaria (Chlamydotis undulata fuerteventurae), propia de Fuerteventura y Lanzarote: ave nidificante, de cuerpo grueso, patas largas y robustas y cuello alto; tiene el dorso de color arena y las partes inferiores blancas.


Bahía:

Aunque aparece este término en varios puntos de la cartografía lanzaroteña, no nos parece término patrimonial, es decir, de uso común y antiguo en la toponimia de las Islas, sino imposición de los «técnicos» del Ministerio del Ejército que cartografiaron su toponimia, y con el mismo valor con que aparece en el DRAE: «entrada de mar en la costa, de extensión considerable, que puede servir de abrigo a las embarcaciones».


Bailadero:

En ciertas islas, hay unos lugares llamados Bailaderos, que son enclaves situados en puntos elevados y de difícil acceso, pero que nada tienen que ver con el baile. En este topónimo, pues el nombre sólo pervive en la toponimia, bien que ha operado la etimología popular, pretendiendo hacer comprensible el significado de una palabra, cuando la anterior propia se hizo opaca e incomprensible. Bailadero deriva de Baladero por etimología popular. Y Baladero nos remite a una curiosísima costumbre de los canarios aborígenes: «Cuando los temporales no acudían, y por falta de agua no había yerba para los ganados, juntaban las ovejas en ciertos lugares que para eso estaban dedicados, que llamaban el bailadero de las ovejas, e hincando una vara o lanza en el suelo, apartaban las crías de las ovejas y hacían estar las madres alrededor de la lanza dando balidos, y con esta ceremonia entendían los naturales que Dios se aplacaba y oía el balido de las ovejas y les proveía de temporales» (Espinosa 1980: 34).

La costumbre descrita fue guanche, pero la palabra que la refiere es hispánica. Lo que quiere decir que los primeros españoles instalados en las Islas llegaron a conocer la costumbre de los aborígenes y tradujeron el nombre a su propia lengua, olvidando la denominación de aquéllos. Según Bethencourt Alfonso (1991: 297-298, nota 29), la palabra guanche fue guara o guaracho. Que la sustitución léxica fue rápida y homogénea en todas las Islas lo demuestra el hecho de que no se haya conservado ningún vestigio del nombre guanche -al menos como apelativo- y que el nombre español se haya instalado en toda la geografía del Archipiélago. De la misma forma, debió ser también muy pronta la sustitución de Baladero por Bailadero. Pero advertimos que la sustitución se produjo, en todo caso, del baladero de la lengua común al Bailadero de la toponimia, pues es indudable que si la forma primera hubiera llegado a ser topónimo hoy lo que tendríamos en los mapas sería Baladeros y no Bailaderos, dada la persistencia de la toponimia, por encima incluso de toda razón lingüística y etimológica.




Baja // Bajas // Bajita:

Como accidente geográfico, una baja es una roca eminente cercana a la costa que queda al descubierto en marea baja. Es topónimo frecuentísimo en Lanzarote, como por lo general en todas las islas.


Bajo // Bajito:

En la toponimia de Lanzarote, un bajo es un lugar de costa pedregosa y arriscada, como arrecife que queda al descubierto en la bajamar. Es también topónimo muy frecuente en Lanzarote, lo mismo que en Fuerteventura, pero no así en el resto de las islas, que es raro y con diferencias semánticas.


Bajón // Bajones:

Elevación de roca o arena que está separado de la costa y que queda siempre sumergido, incluso en la marea baja.


Balcón:

Este término tiene en la toponimia canaria el valor metafórico de 'mirador desde el que se divisa un amplio y hermoso panorama', por traslación a la toponimia del sentido que tiene como apelativo en la lengua común.


Banco // Banquete // Banquito:

Es lo que los diccionarios geográficos describen como «montón de arena o tierra en el mar, en la desembocadura de los ríos, formando unos como poyos, por cuya semejanza se llaman bancos, y porque suelen sentarse en ellos las embarcaciones» (DVEG). Sólo que en Lanzarote, al no haber ríos, sólo en la desembocadura de los barrancos puede formarse.


Bardo :

Abrigo para plantaciones para resguardarlas del viento. Debido al viento constante que sopla en Lanzarote, para proteger las plantaciones y los semilleros se acondicionan socos y bardos o bardas, bien sea de piedras, de paja de centeno o de cualquier otro material de deshecho (hasta de cajas desbaratadas). Pocos son los topónimos que contienen estos términos, pero ése es el sentido que tienen.


Barqueta // Barquetito // Barquilla // Barquita // Barquito:

Este término (y otros afines) es derivado de barca, pero no con el sentido de 'embarcación', sino con el geomorfológico de 'charco de agua', proveniente de una voz prerromana que habría dejado topónimos en el interior de la Península como El Barco de Ávila (Salamanca), Barca (Salas, Asturias), Soto del Barco (Tineo, Asturias), Barcial del Barco (Zamora), Barcina del Barco (Burgos), etc., que nada tienen que ver con ningún tipo de embarcaciones.

Una serie interesante de diminutivos se ha desarrollado en la toponimia de Lanzarote sobre este término: Barquita (TO 8.59), El Barquito (TI 13.16), Barquetito (YA 13.96) y La Barqueta (YA 14.3).

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Barranco // Barrancos // Barranquillo // Barranquillos // Barranquitos:

El término prototípico de las depresiones en la toponimia de Canarias es el barranco, pero éste se caracteriza más por ser un hidrotopónimo, cauce natural de las aguas. No son muchos, en relación a los de las otras islas, los barrancos que aparecen en la toponimia de Lanzarote, y eso por la relativa «juventud» de la mayor parte de los suelos lanzaroteños, cosa que ya advirtió Torriani: «Esta isla tiene pocos barrancos», dijo (1978: 288). Y otro topónimo hay en Lanzarote que comparte con barranco esa realidad geomorfológica, valle, caracterizado por ser más 'depresión' que 'cauce del agua': es decir, cuando los barrancos se ensanchan y tienen el fondo más uniforme se llaman Valles, que es lo que ocurre, por ejemplo, en Los Ajaches, sucediéndose allí Lomos y Valles (en vez de Barrancos).


Barranquera:

Lugar por donde corren las aguas impetuosamente, acompañadas de tierra y piedras, en las grandes lluvias.


Barrilitos:

Formación de jable alargada y redonda que hacían las orugas. Cantidad de concreciones, huecos ovoides-alargados del tamaño de bellotas, que se encuentran en terrenos de tobas (Hernández-Pacheco 2002: 134).


Barrilla :

(Mesembryanthemum crystallinum) Planta anual de tallos carnosos, extendidos, de largo variable. Las hojas, planas o curvadas, en algunos casos ondulados, tienen también consistencia carnosa y están cubiertas de papilas acuosas. En el pasado se usó para fabricar jabón.


Barrio :

La definición que da en su 1ª acepción el DRAE de barrio, como «cada una de las partes en que se dividen los pueblos grandes o sus distritos», se corresponde con el significado que tienen en Canarias los barrios de las grandes ciudades. Pero en el mundo rural, en Canarias se llama también barrio al núcleo de población que, aún teniendo sus propios límites demarcativos, está muy separado de la cabecera del municipio al que pertenece, coincidiendo en este sentido con la acepción 5ª del DRAE: «grupo de casas o aldehuela dependiente de otra población, aunque estén apartados de ella».


Bebedero // Bebederito // Bebederos:

Tipo de terreno acondicionado para recibir las aguas escorrentías de la lluvia y poder ser después cultivado. Equivale a gavia. En Fuerteventura se usa preferentemente el término gavia; en Lanzarote el de bebedero.


Bermejo // Bermeja // Bermejas // Bermejos // Mermejas // Mermejitas // Mermejo // Mermejos :

La naturaleza volcánica de los suelos de Lanzarote es la que explica la abundancia de este término en su toponimia, y no sólo como adjetivo calificando a otro accidente, como Montaña Bermeja), sino incluso como sustantivo, dando nombre a determinados lugares caracterizados todos ellos por el color rojo oscuro intenso de sus tierras. En la realización dialectal local se oye con más frecuencia la variante Mermejo, por asimilación de consonantes.


Bicuda :

(Sphyraena) Pez teleósteo, que vive en grandes cardúmenes cerca de la costa, con el cuerpo muy alargado y cubierto de pequeñas escamas, y mandíbulas que llegan hasta el borde frontal del ojo, la inferior más larga. Popularmente llamada bicúa.


Boca // Bocas // Boquitas:

Aplicado a la orografía el término boca significa 'entrada (o salida) a un lugar', con el único sentido que recoge el DRAE en su 6ª acepción, como metaforización del órgano humano o animal.


Bonanza // Bonanzo:

Varios lugares de Lanzarote y de sus Islotes llevan el nombre de La Bonanza, siendo todos ellos rincones de costa caracterizados por la general tranquilidad de las aguas y la ausencia de vientos. En ello la toponimia lanzaroteña (y canaria, en general) manifiesta haber transferido a la referencia de un lugar lo que en el español general es un fenómeno atmosférico: bonanza es, según el DRAE, 'tiempo tranquilo o sereno en el mar', como derivado del lat. *bonacia, alteración de malacia 'calma chicha'.


Breña // Breñas // Breñitas :

Este término ha desaparecido del habla común de las islas, pero pervive en la toponimia del Archipiélago, y hasta con cierta abundancia, como en Lanzarote. El DRAE lo define como 'tierra quebrada entre peñas y poblada de maleza'. Geológicamente, en Canarias, es un «malpaís» evolucionado.


Brujiento // Brujienta:

Terreno áspero, escabroso y desigual.


Brujilla :

(Hedypnois cretica) En Lanzarote, «planta asterácea anual, más o menos peluda, flores de color amarillo, en cabezas terminales o axilares» (DDEC).


Bufadero // Bufiadero // Bufona:

Cueva costera con unas grietas en su parte superior por donde sale el aire «bufando» cuando las olas la llenan de golpe. El más famoso «bufadero» de Lanzarote, cercano a Arrecife, se llamó La Bufona y fue citado por casi todos los que escribieron sobre la isla, aunque por no saber qué era escribieron su nombre con multitud de erratas y dijeron de ella muchas «originalidades».


Cabezo // Cabezos:

Peña aislada y redondeada en una cierta elevación, bien visible, como cresta. Se distingue de la peña porque el cabezo está siempre en alto y lugar visible.


Caboco // Cabocos:

Término de origen portugués, que se aplica generalmente en la toponimia canaria a los hoyos y oquedades que se forman en los cursos de los barrancos.


Cadena // Cadenas :

Forma de cultivo en las laderas de los barrancos, a base de pequeñas superficies de tierra alargadas mantenidas por paredones de piedra. El nombre de cadenas, aplicado metafóricamente a la realidad geográfica a que se refiere, es en todo similar a las piezas sucesivas e iguales de una cadena. De tal manera que, desde el punto de vista lingüístico, la expresión primera debió ser terrenos encadenados, de donde el adjetivo pasó a sustantivarse, las cadenas, a través de un paso intermedio como el de cadenas de paredones, expresión que efectivamente usa Viera y Clavijo para explicar la agricultura insular: «Han dejado -dice Viera- algunos vallecitos y laderas, donde la labranza ha podido formar tableros fructíferos, conteniendo la tierra en cadenas de paredones» (1977: s.v.).


Caldera // Calderas // Caldereta // Calderetas :

La caldera, propiamente, es el cráter del volcán, y más aún la caldereta (pero de estas hay pocas en la toponimia de Lanzarote). Pero a veces, en la toponimia de Lanzarote Caldera sustituye a Montaña, especialmente cuando el cráter es muy pronunciado y tan llamativo como la propia montaña. Incluso se forman topónimos como Montaña la Caldereta (TO 8.99) y más aun La Caldera / Montaña la Caldera (AL 1.11), en donde lo más referencial de esa gran montaña es precisamente la pronunciadísima caldera formada en su interior.


Caldero // Calderón // Calderones:

En la toponimia canaria reciben el nombre de calderos los precipicios hondos y semicirculares que se hallan en el curso de los grandes barrancos, de mayores dimensiones que los cabocos.


Calera // Calero:

Lugar abundante en piedra de cal, del que se extrae para su transformación y uso.


Caleta // Caletas // Caletilla // Caletita // Caletitas:

Entrante costero, no muy grande y de poco fondo que acaba en un extremo estrecho con callaos o arena; si el extremo es ancho es playa. No necesariamente tiene que ser abrigado o propicio para los barcos. Y es a partir de él que se desarrollan, a su vez, los diminutivos (Caletilla y Caletita) y aumentativos (Caletón y Caletoncita) que se registran en la toponimia.

Es diminutivo lexicalizado de cala, término que no existe en las denominaciones populares de Lanzarote (si aparece en algún mapa es por imposición foránea y erudita).



Caletón // Caletoncita // Caletones :

El caletón es un entrante de mar con paredes altas y verticales que carece del extremo estrecho de piedras o arena con que acaba la caleta. Es, por tanto, un aumentativo morfológico pero no semántico de caleta.


Callao // Callaíto // Callaos :

En la lengua común, callao es el nombre «con que se conocen en nuestras islas -dice Viera y Clavijo- aquellas piedras rodadas, llamadas en castellano peladillas o guijarros» (1982b: s.v.). De donde la acepción «terreno llano y cubierto de cantos rodados» que recoge el DRAE como propia de las Islas Canarias es errónea, pues debe entenderse que el nombre callao designa primero a los cantos rodados y sólo secundariamente a los terrenos caracterizados por su abundancia. Como ocurre en varios puntos de Lanzarote e incluso en un punto de Alegranza (El Callaíto).


Calle // Calletilla:

En el lenguaje común, calle es término urbano, en oposición a camino. Pero también en la toponimia rural aparece, aunque raramente, el término Calle con el sentido de 'sendero, especialmente el de ganado', tal cual recoge el DCECH.


Callejón // Callejones:

Cauce estrecho y natural por donde discurren las aguas de lluvia.


Cambuesa // Cambuesas :

Variante lanzaroteña del guanchismo gambuesa, con el significado de 'corral grande', especialmente de cabras y en menor medida de ovejas, que es el único ganado de pastoreo que ha habido en la isla.

En las toponimias de las Islas se distingue léxicamente entre el 'redil particular', llamado generalmente corral, y el 'redil colectivo', que recibe distintos nombres, según las islas, siendo el de gambuesa en Fuerteventura y Gran Canaria y cambuesa en Lanzarote. Estos segundos fueron utilizados para las «apañadas» periódicas de los ganados guaniles o «de suelta». No debió ser Lanzarote isla de mucho pastoreo «de suelta» pues sólo se registran en su toponimia 5 casos (en los mun. de Tías y Tinajo).




Camella // Camellas // Camellita // Camellitos // Camello // Camellos:

Aparte la referencia al animal, en la toponimia de Canarias, y particularmente en la de Lanzarote, aparecen estos términos con referencia a elevaciones del terreno, con formas que semejan la curvatura de la giba del camello, de quien toman el nombre por metáfora geomorfológica.


Campana // Campanas :

En varios puntos de las Islas aparece el topónimo Campana, sin tener relación alguna con el objeto así llamado en el español común. Y se ha demostrado que en la mayoría de esos casos el término campana se refiere a la existencia en esos lugares de unas grandes rocas que al golpearlas con una piedra producen un sonido que alcanza grandes distancias y que, al parecer, fueron conocidas y usadas por los aborígenes como medio de comunicación entre ellos. A esta conclusión han llegado arqueólogos y musicólogos actuales que han estudiado «in situ» algunas de estas Campanas, en las islas de Lanzarote y Tenerife, calificándolas desde el punto de vista musicológico como auténticos «litófonos» (Tejera y Siemens 1985-87). Sin embargo, también hay verdaderos litófonos en peñas que no tienen el nombre de campana en la toponimia, como es el caso de la Peñita Cabrera Peraza, en el término de Guatisa (TE 10.118).


Campanario:

De la misma manera, el término campanario es un metafórico referido a una roca o roque altos y estrechos que, por efecto de la erosión, admiten la comparación con los campanarios de las iglesias, o también por ser el punto más alto del contorno.


Camuesa:

Término de significado indeterminado, que sólo registramos en Lanzarote y sus Islotes, referido siempre a un accidente costero, semejante al caletón 'entrada estrecha en el mar'. Nada parece tener que ver este término en la toponimia lanzaroteña con la acepción de camuesa 'especie de manzana' ni con la forma cambuesa, variante de gambuesa, que también se registra en Lanzarote con el sentido de 'corral grande donde se encierran cabras y ovejas'.


Cañada // Cañá // Cañadas :

En la toponimia de Canarias cañada es equivalente a barranquillo o barranquera, pero en Lanzarote, además, puede adquirir, por metonimia, el sentido de pequeña superficie de tierra en las laderas de los barrancos, acondicionadas con paredes, para el cultivo; es lo que en otras islas de llama bancales. En estos casos la cañada es el conjunto de tierra y paredes. Se distingue del natero porque éste siempre está en el barranco.


Cancela:

Puerta que sirve de cancela a una finca.


Caño:

Zanja para la conducción de las aguas de lluvia hasta los bebederos y gavias.


Cañón // Cañones:

En la toponimia de Canarias, cañón es derivado léxico, por síncopa, de cañadón; por tanto, su significado es el de barranquillo, si bien matizado por la estrechura y profundidad del cauce.


Cantera // Cantería:

En la toponimia de Canarias, una cantera no es lo que dice el DRAE: «sitio de donde se saca piedra, grada u otra sustancia análoga», sino explícitamente una 'mina de cantos', siendo que canto en Canarias tiene una referencia muy particular. Con razón dice A. Lorenzo que cantera y pedrera designan en Canarias cosas diferentes: «de una pedrera se extraen piedras y de una cantera se extraen cantos, bloques prismáticos cortados en la zahorra de las montañas y utilizados en la construcción» (1976: 175, n. 1). En efecto, los cantos se emplean en la fabricación de casas y edificios, y especialmente en las llamadas «esquinas» de las casas.


Canto:

Aparte el sentido de 'bloque de piedra' que tiene el término canto en el habla popular de Canarias, en varios topónimos de Lanzarote indica una posición, conforme al significado general del término en el español general de 'extremidad o lado de alguna parte o cosa', como en El Canto de Trujillo (HA 10.22).


Carnadero:

Lugar de costa donde se coge la carnada para la pesca de caña.


Casa Honda :

Restos de casas y chozas de los guanches, construidas al menos parcialmente soterradas.


Cascabullo:

Cascajo, piedra menuda.


Cascahúllo // Cascabullo:

Cascahúllo es forma dialectal de Lanzarote, por cascabullo, que a su vez es un canarismo procedente del portugués con el significado de conjunto de piedras menudas, equivalente al castellano cascajo.


Cascajo // Cascajos:

En la toponimia, un lugar nombrado por el término cascajo o cascajos está caracterizado por tener unos suelos pedregosos, formados por guijos o piedras menudas y fragmentadas.


Casilla:

En la toponimia de las Islas, esta forma se refiere generalmente a lugares en los que hay restos habitacionales de superficie de los aborígenes guanches. Cuando estas casas o chozas estaban parcialmente soterradas se les designó casas hondas.


Cazoleta:

Este término admite dos interpretaciones en la toponimia de Lanzarote: o designa una depresión del terreno, por metaforización del objeto así nombrado, o se refiere a unas determinadas incisiones en la piedra de algunos yacimientos guanches.


Cejo:

Saliente de un risco que sirve como abrigo. Deriva metafóricamente de ceja.


Cerca // Cercado // Cercados // Cercas // Cerco :

Terrenos de cultivo, sin señalamiento especial, por más que etimológicamente el nombre fuera expresión del contenido 'terreno cercado'.


Cerro // Cerros:

El término cerro es término extraño a la toponimia canaria, pues salvo en El Hierro y Lanzarote no aparece en ninguna otra isla. Sin embargo, sí se usa como apelativo en el español de Canarias, y con un sentido particular al que tiene en el español general. El DRAE lo define como 'elevación de tierra aislada y de menor altura que el monte o la montaña'; en Hispanoamérica, por el contrario, un cerro es siempre una gran montaña, una altura de enormes proporciones; y en Canarias es sólo la parte alta transitable de un lomo, de un monte, o de cualquier elevación: la parte alta, no toda la elevación. Y sin embargo, en la toponimia de Lanzarote hallamos dos casos en que cerro alterna como variante de montaña (Cerro de Tegoyo / Mña. de Tegoyo, TI 12.65, y Mña. el Mojón / Cerro del Mojón, YA 14.110), posiblemente porque en los dos casos la altura de esas elevaciones sea plana y transitable.


Cha // Cho:

Formas populares de tratamiento canarias, dado especialmente a las personas de edad, por deformación de «tía» y «tío»


Chaboco // Chabocos:

Cavidad natural que se encuentra en los malpaíses y es utilizada para plantar árboles frutales.


Chacarona:

Voz de problemática identificación en la toponimia de Lanzarote. Por una parte, el término remite a una clase de pez parecido al antoñito (Dentex canariensis). Viera y Clavijo (1982b: s.v.) lo describe como parecido a la sama, pero más pequeño y que se pesca en la costa de Berbería para salar, siendo poco apreciado, razón por la que a todo pescado salado parecido a la sama se le llama chacarona. Por otra, se usa como apodo de 'solterona'. Y por otra, Bethencourt Alfonso dice que es guanchismo.


Chafarís:

Naciente de agua. A veces, por extensión, designa también al charco de agua que se encuentra en los barrancos. Voz de origen portugués, con este mismo significado.

Una prueba de los disparates que suelen decirse en asuntos de etimologías cuando se desconoce el léxico dialectal es lo que dice Sosa Barroso (2001: 73) sobre este término: dice que el Chafariz debe ser el nombre de algún pirata mahometano que arribó a Lanzarote, como Arráiz.



Chapa // Chapas:

Pequeño llano que se encuentra en laderas y riscos y se usa para labores agrícolas.


Charco // Charcón // Charcos:

Embalse de agua, tanto sea dulce, en el interior, o del mar, en las costas bajas.


Chibusque:

(Phaca boetica) Planta leguminosa, y especialmente su semilla, que tiene forma de guisante agarbanzado. Dice Viera (1982b: s.v.) que en España se llama garbancera. En Canaria se da en Lanzarote y Fuerteventura. Voz de origen guanche.


Chinijo :

Voz propia de Lanzarote con el significado de 'pequeño', especialmente referida a los niños, y siempre con valor afectivo. Desde hace algunos años suele usarse la expresión Archipiélago Chinijo para el conjunto de los Islotes del norte de Lanzarote.


Chiquero:

Pocilga, establo de cochinos.


Chupadero:

Naciente de agua.


Cisterna // Cisternilla:

Aljibe pequeño y redondo.


Claca // Clacas // Claquienta:

(Neverita millepunctata) Especie de marisco multivalvo que se cría pegado a las rocas por su base y con una abertura en la parte superior.


Codeso :

(Adenocarpus foliolosus) Arbusto fabáceo de dos a cuatro metros de altura.


Cohombrillo :

(Citrullus colocynthis) Planta cucurbitácea, de hojas ásperas y vellosas y fruto amargo, de la forma, color y tamaño de una naranja.


Collado:

Si traemos aquí este término a comentario es para negarlo, como ejemplo característico de los errores toponímicos que contienen los mapas militares de las Islas. Decíamos en nuestro Diccionario de toponimia canaria (Trapero 1999: s.v.) que Collado era término anómalo a la toponimia canaria, pues sólo aparecía en Tenerife y Lanzarote y con solo cuatro registros, y además en topónimos sospechosos de verosimilitud. En el caso de Lanzarote hemos podido confirmar ahora que aquellos registros son falsos: que los Collado de Cho Castro (YA 14.146) y Collado Negro (TO 8.28) que aparecen en los mapas militares son en realidad, respectivamente, Callao de Cho Castro y Callao Negro, y que su «falsedad» se debe, en este caso, no a una mala audición de los militares que cartografiaron la isla de Lanzarote (es imposible «oír» /collado/ cuando se dice /callao/), sino, lo que es peor, a una mala interpretación de lo oído, reinterpretando que cuando los informantes insulares decían /callao/ lo que querían decir era /collado/, desconociendo los militares peninsulares que collado era término desusado en la toponimia canaria y que, por el contrario, callao era término dialectal de uso común en todo el Archipiélago.


Comedero // Comederos:

Lugar cercano a la costa a donde acuden habitualmente a comer los peces.


Coranzoncillo :

(Lotus lancerottensis) Planta herbácea cuyas hojas recuerdan la idea del corazón.


Corcovado:

Corcovado es un canarismo procedente del portugués que significa 'encorvado', y que aplicado a un accidente geográfico éste se presenta como deformado.


Corral // Corrales // Corralitos:

Redil particular del ganado, siendo este esencialmente de cabras y en menor medida de ovejas, el único que ha habido en la isla de Lanzarote. El carácter particular de los corrales se manifiesta en la toponimia con el nombre del propietario con que generalmente aparecen. Sin embargo, en las toponimias de las Islas se distingue léxicamente entre el 'redil particular' y el 'redil colectivo', siendo utilizados estos segundos para las «apañadas» periódicas de los ganados guaniles o «de suelta». Equivale a lo que en Castilla es la majada.


Corrica:

Ensenada en que se corricaba el pejerrey y la bicuda.


Cortijo // Cortijos:

Finca de considerable extensión con casa y de un solo propietario, razón por la que generalmente aparecen en la toponimia complementados por un antropónimo o un nombre de lugar, que denotan el dueño de la propiedad o su ubicación. El término se instala en la toponimia de Canarias por influjo directo de Andalucía, pero curiosamente sólo en las islas orientales, y de ellas especialmente en Lanzarote, que es donde más cortijos hay, más de 50.


Cosco // Cofe-cofe // Coscofe :

(Mesembryanthemum nodiflorum) Planta rastrera anual, abundante, que se cría naturalmente con extraordinaria abundancia en casi todas las costas de Canarias. De sus granos, según dice Viera, «suelen hacer gofio los pobres en los años estériles» (1982b: s.v.), bien que el principal uso de esta planta es el quemarla para obtener la piedra barrilla y jabón. También llamada Cofe-cofe.


Costa:

En Canarias, el término costa no es sólo la «orilla del mar y tierra que está cerca de ella», como la define el DRAE, es decir, la línea del litoral, sino la franja de tierra cercana al mar. Y a veces esa «franja» se adentra en tierra varios kilómetros, hasta las tierras de medianías. Se trata, por tanto, de un topónimo extensivo, territorial y no puntual.


Cuchillo // Cuchillos :

Lomo «de cresta afilada», en definición ajustada de Hernández Pacheco (2002: 220).


Cumbre:

Término que en Canarias designa a las partes más altas de cada isla, en oposición a medianías, que designan las tierras intermedias, y la costa, que designa las partes más bajas. limítrofes todas como conjunto. La Cumbre -siempre con el artículo- es, pues, un topónimo que se refiere a grandes espacios, no a puntos concretos del terreno.


Cumplida // Cumplidas // Cumplido // Cumplidos:

Arcaísmo que vive en Canarias con el sentido de 'alargado y estrecho' y, especialmente en la toponimia, para referirse a las tierras que tienen estas formas.


Degollada :

En Canarias, una degollada es un 'paso entre dos alturas', es decir, una depresión del terreno entre dos riscos o en la línea de un lomo, por donde suelen trazarse espontáneamente los pasos de un barranco a otro barranco o de una ladera a otra ladera. Es topónimo muy común en todas las Islas, aunque sea Lanzarote, precisamente por su particular geomorfología, la que menor número de Degolladas tenga en su toponimia.


Destila // Estila:

Lugar de Arrecife en que había una destilería de aguardientes, de donde le queda el nombre.


Dise // Disadero // Dises:

Dise es término exclusivo de la toponimia de Lanzarote y de significación problemática, ya que se ha perdido totalmente el sentido que debió tener en el habla común de la isla. Quizás por esa pérdida como apelativo es por lo que no aparece en ningún diccionario ni vocabulario dialectal canario. Tampoco aparece en el DRAE ni en ningún diccionario del español general, ni es tampoco portuguesismo (como podría, por la gran influencia portuguesa en las Islas), aunque nada hay en su configuración fónica que sea extraño a una posible etimología románica. Todo parece indicar, pues, que se trata de un guanchismo, aunque tampoco aparece en ningún catálogo de voces prehispánicas, ni siquiera en los Monumenta de Wölfel (1996).

El único que ha tratado sobre esta palabra, y justamente como guanchismo inédito para la investigación, ha sido Agustín Pallarés (1990: 396-399). Hasta 17 lugares contabiliza Pallarés en la toponimia de Lanzarote que contengan ese nombre, bien en singular, Dise, bien en plural, Dises, bien como derivado, Disadero (y hasta es posible que también Los Sisitos, como diminutivo evolucionado), aplicado a accidentes geográficos muy variados: un morro, un lomo, un valle, un llano, una playa, una peña, una hoya, un barranco, etc., y no localizados en un único punto o zona de la isla, sino distribuidos por toda ella, en los municipios de Teguise, de Haría, de Tinajo, de Yaisa y de Tías, incluso en la isla de La Graciosa. Qué haya podido significar esta enigmática palabra -se pregunta Pallarés- es algo que no ha podido averiguar, a pesar de haber puesto todo el empeño en averiguarlo, preguntando a sus informantes. Igual nos ha pasado a nosotros; sólo uno, Francisco Cabrera Robayna, de Teseguite, nos dijo, vagamente, que los dises «venían a ser como los bebederos». Por nuestra parte, intuimos que un dise viene a ser en Lanzarote lo que un eres en las provincias de El Hierro y Tenerife; es decir, unos hoyos que recogían el agua de lluvia y la conservaban después al taparse con arena, de tal forma que al retirar la arena fluía el agua y podía ser aprovechada. Este tipo de aprovechamiento del agua debió de ser de gran importancia en épocas antiguas, sobre todo por los pastores, que podían hallar remedio momentáneo en los tiempos de sequía y en lugares en que no había otro tipo de acuífero. Tan importante que los arqueólogos hablan de un «sistema de eres» que debieron conocer y usar los aborígenes de varias islas, entre ellos los de Lanzarote.



Entradero // Entraderos:

Es forma neológica derivada de entrada, y con el mismo valor semántico que ésta tiene en la toponimia: «paso o comienzo dificultoso por donde se entra a alguna parte». Llama la atención el hecho de que, como tal forma toponímica, Entradero sólo se haya registrado en las islas menores de La Graciosa y Montaña Clara.


Entremontaña:

Conocida la realidad designada por el término montaña en Canarias, propiamente un cono volcánico, lo que puede haber entre dos (o más) montañas es un valle, una hondonada o simplemente un paso, dependiendo de la distancia a la que estén las montañas.


Era // Eras // Eritas :

Lugar llano en que se realizan las tareas agrícolas vinculadas a la recolección, tales como el secado de la mies o de los frutos, la trilla, la clasificación de productos, etc.


Escanillo:

Gaveta, pequeño cajón. Es término de origen portugués.


Esquinsuela // Quinsuela:

Voces de interpretación problemática, y que debemos relacionar con la voz Esquinso de la toponimia de Fuerteventura (escrito generalmente como Esquinzo). Pueden resultar derivadas del castellano desguince 'cuchillo con que se corta el trapo en el molino de papel' (DRAE), pero que no hallamos registradas en ningún diccionario dialectal de Canarias y que, además, resultaría de aplicación anómala a territorios como los que llevan ese topónimo en Lanzarote y Fuerteventura. Por otra parte, podríamos considerarlas guanchismos, como Bethencourt Alfonso (1991: I, 359) y Wölfel (1996: V-591) hacen con el topónimo de Fuerteventura, pero en tal caso debió ser voz no exclusiva de la toponimia, sino del léxico común, lo que explicaría la derivación en forma de diminutivo y la flexión del topónimo de Lanzarote, a la vez que la gran dispersión geográfica del topónimo en Fuerteventura; es decir, una españolización de un término de origen guanche. En cualquier caso, su significado nos resulta desconocido.


Esresbalienta:

Término que resulta derivación local de resbala, con el sentido específico de lugar caracterizado por un suelo de piedra muy resbaladizo.


Estancia:

Voz de dudosa interpretación. El único topónimo en que aparece (Estancia la Viga, YA 14.51, calificado como 1322) se refiere a un lugar de costa, que podría ser un pesquero, denominado así por algún acontecimiento local.


Estanque:

Estanque no es voz popular; en la toponimia de Lanzarote aparece sólo en la cartografía militar. Todos esos estanques fueron construidos por el Cabildo, al comienzo de los años 60, para el abastecimiento de agua a cada pueblo; hoy están todos desaparecidos o fuera de uso, aunque algunos siguen vivos en la toponimia.


Farión // Fariones :

En la toponimia de Lanzarote, los Fariones son los grandes roques desprendidos de la punta norte de la isla. Deriva de farallón.


Filo // Filetes:

Un filo, en el lenguaje toponímico, designa el borde o extremo de un accidente caracterizado por la altura: un lomo, un pico, un morro, etc.


Fragoso :

Terreno dificultoso, áspero e improductivo.


Frentón // Frentones // Frontón:

Derivados de frente 'parte delantera de una cosa', en la toponimia canaria se refieren a la parte delantera de los grandes riscos que suponen una verdadera 'frontera' de paso, un obstáculo insalvable por sus dimensiones y por las dificultades que encierra.


Fuga :

Una fuga es un precipicio, la caída en vertical de un risco.


Funsianes:

Forma léxica derivada de bucio (fusio > fusian > fusianes), de origen portugués, que desde su sentido etimológico de caracola marina ha pasado en la toponimia canaria, por transposición metafórica, a designar aquellos agujeros u oquedades que aparecen en un campo de lavas.


Galana :

(Oblada melanura) Pez teleósteo perciforme, de cuerpo oblando de unos 30 cms. de longitud, de color azul claro. Vive en pequeños cardúmenes, generalmente abundante en aguas de costas sobre fondos de rocas.


Galería :

En Canarias el término galería está vinculado siempre a las excavaciones horizontales que se hacen en busca de agua, a diferencia de los pozos, que son siempre excavaciones verticales. Los topónimos de Lanzarote marcados por el término Galería están caracterizados, pues, por la presencia de una de estas excavaciones.


Garajao :

(Sterna hirundo hirundo) Voz que el DDEC cree de origen portugués y que en Canarias se aplica al charrán común. Dice de ella Viera y Clavijo (1982b: s.v.) que es ave acuátil que anida en los bajíos y costas peñascosas de nuestros mares, de tamaño menor a la gaviota, que tiene un chillido desapacible. Pero puede ser término de origen guanche, que aparece también tal cual en la toponimia de Tenerife y casi íntegro en el topónimo Garajonay de La Gomera, aparte de su componente gara, tan característico de toda la toponimia guanche. En todo caso su significado nos es desconocido.


Gavia // Gavias:

Cada una de las parcelas de una vega o terreno cultivable sin arenar, que se riega por inundación.


Goro // Gorito:

Goro es uno de los pocos indigenismos canarios que se han conservado como apelativos y que es de conocimiento general en todo el Archipiélago, aunque con formas variantes y haya caído casi en desuso en la actualidad. Sin embargo queda en la toponimia, con sentidos variantes en cada lugar, pero que responden a la invariante de contenido 'cerca de piedras para el ganado'.


Gramillo :

(Agropyrum repens) Planta gramínea.


Greta // Gretones :

Forma dialectal local de grieta.


Guanche // Guanches:

Voz que aparece en la toponimia de Lanzarote desde antiguo en relación con los aborígenes, bien para designar determinados lugares en los que se han encontrado restos habitacionales, bien en los que hubieran ocurrido episodios dignos de recordar. Esta presencia de la palabra guanche en la toponimia lanzaroteña (como en el resto del Archipiélago), demuestra la pertenencia de la voz a todas las Islas, y no sólo a Tenerife (ver Trapero y Llamas 1998: especialmente 140-147).


Guelde:

Guelde es voz de origen portugués que en Canarias se aplica a unos pescaditos de cuerpo estrecho y plateado que viven en agrupaciones compactas y cerca de la costa.


Guincho :

(Pandion haliaetus). Águila pescadora de mar. Rapáz que vive próxima al agua y que nidifica en los riscos más abruptos de los acantilados.


Guirre // Guirres :

(Neophron percnopterus) Alimoche de Canarias, ave rapaz semejante al buitre, pero más pequeña. Nidifica en riscos y acantilados. El DDEC dice que es voz onomatopéyica, y no guanchismo, como muchos autores han dicho. Por su parte, Viera y Clavijo ya había dicho que la palabra guirre resulta de la corrupción de buitre, «que pronunciada primeramente por algunos, guitre, degeneró después en guirre» (1982b: s.v.). No nos parece desencaminada la hipótesis etimológica de Viera.


Hervidero:

Lugar muy accidentado y fragmentado de la costa oeste de Yaisa, lleno de entrantes y cuevas, en que las olas al chocar producen un mar encrespado de espectacular fuerza y dramatismo.


Higuerilla :

Las higueras de la toponimia lanzaroteña se refieren al árbol común Ficus carica. Sin embargo, en la primera crónica que se escribe de Lanzarote, en Le canarien, se dice que la isla «carece de arbolado, salvo pequeños matorrales para quemar y una especie de árboles llamados higuyerez [higueras, higuerillas] que cubren todo el terreno de un extremo al otro, y producen una leche muy medicinal» (Le canarien: texto G, 145). Esas higueras o «higuerillas» de la crónica normanda no son otra cosa que las tabaibas (Euphorbia spp.), especie endémica de las islas de nombre guanche.


Hornito // Hornillos // Hornitos :

Hornito es un término geológico que ha pasado a la toponimia en tiempos modernos, después de las últimas erupciones ocurridas en Lanzarote. Designa a una chimenea volcánica secundaria, a modo de diminuto cráter, que se ha formado como consecuencia de la desgasificación de una colada fluida de gran potencia; una especie de respiradero por donde salieron violentamente los gases contenidos en bolsas formadas en el interior de la masa lávica. El término es metafórico, por comparación con los hornos de pan (Hernández Pacheco 2002: 164-165).


Hoya // Hoyas // Hoyita // Rehoyas:

Las hoyas, propiamente, designan una depresión del terreno, y como tal están clasificada en ese grupo, pero a la vez suelen ser terrenos dedicados a la agricultura, y de ahí el complemento con que suelen especificarse esos topónimos, con un antropónimo indicativo de la propiedad.


Islote // Islotes // Islotito:

El término islote tiene en la toponimia de Lanzarote (y en su habla popular) dos referencias bien distintas: primero, la común de 'isla pequeña', que se da a las islas del archipiélago «chinijo» del norte, en su conjunto (y específicamente a las de Montaña Clara, Alegranza y Roque del Oeste), y a las otras «isletas» de la costa de Arrecife (Islote de las Aves, Islote de San Gabriel, Islote de Fermina) o de la costa de Tinajo (Islotito el Mariscadero y El Islotito); y segundo, la particular de Lanzarote, con referencia a un accidente del interior, de 'pequeño espacio de tierra cultivable rodeado totalmente de lavas volcánicas', como aplicación metafórica del sentido general primero a ese mínimo espacio de tierra útil.

Los topónimos con esta segunda acepción, que son muchos (unos 25), aparecen sólo en los municipios de Tinajo y Yaisa, y en las zonas cubiertas por las lavas del Timanfaya, por lo que hay que suponerlos (a ambos, a los accidentes como tales y a sus correspondientes topónimos) de creación moderna, posteriores a las erupciones de 1730-36. El complemento con que suelen designarse estos Islotes, constituido generalmente por antropónimos (Islote Cho Gregorio, I. Cho Capote, I. de Fermina, etc.), denotan la vinculación a una propiedad. El más famoso de ellos es el Islote Hilario, en el mismo centro del Parque Nacional de Timanfaya, sobre el que se cuenta la leyenda de que en él existía una higuera frondosa pero sin fruto, «porque nunca puede salir fruto del fuego».


El término islote con este segundo sentido ha sobrepasado los límites de Lanzarote y se ha instalado también como topónimo en la isla vecina de Lobos (Islote de Barreto e Islote de la Cárcel), y hasta en la parte más cercana de Fuerteventura, en el mun. de La Oliva (Islote Rodrigo, Islote Redondo, etc.).



Jable // Jablillo // Jablito // Sable // Sables :

Arena de la playa. Especialmente se aplica a la arena de tipo organológico, resultante de la fragmentación de conchas de moluscos y que al llegar a tierra se hacen volanderas, pudiendo penetrar a mucha distancia en el interior, como ocurre en las islas orientales de Canarias, formando grandes extensiones. En estos casos se llama jable al terreno cubierto por estas arenas. Procede del francés sable. En la toponimia de Lanzarote hay dos lugares en la costa de Órsola que conservan el nombre originario de sable (Risco los Sables, HA 4.95 y Bajo de los Sables, HA 4.78).

Dice Hernández Pacheco (2002: 55-59) que el jable es el resultado de la trituración de infinidad de conchas marinas y que al llegar a tierra se hacen volanderas. Dice también que al observarlo de cerca «no se ve entre los granos ni uno que presente el brillo vítreo del cuarzo, es una arena uniforme, fina, blanca mate, blanda, los granos mayores se parten fácilmente con la uña, sólo se distinguen entre los granillos blancos, algunos, en escaso número, de color negro, que sensiblemente son partículas de lava o de basalto del suelo de la isla» (ibid: 59). La corriente principal de jable que se forma en la isla de Lanzarote semeja un río de arena, en ciertos lugares con más de 5 kms. de ancho, que sale por la playa de Famara, por el NNE, y atraviesa la isla entera, de parte a parte, hasta desembocar de nuevo en la costa del Levante, por Guasimeta. El constante volar de estas arenas propició la desaparición de algunos poblados, como el de Fiquineo. Y naturalmente, esa zona no podría sino llamarse El Jable.



Jaldar:

Corriente de lava que cae por una ladera, siendo metafórico de falda (falda > halda > jalda 'ladera').


Jallo // Jallos :

Forma dialectal canaria referida a los objetos que suele devolver la mar a algunos lugares de la costa. Deriva de hallazgo > hallo > jallo.


Jameo // Jameos :

Jameo es un guanchismo exclusivo de Lanzarote, vivo en el habla popular y con presencia abundante en su toponimia, incluso en el islote de Alegranza. Justamente por su uso como apelativo, su significado es bien conocido. Tres acepciones le atribuye Torres Stinga (1995: 281) sobre el habla popular de Lanzarote: «cueva volcánica hundida», «tubo volcánico» y «hoyo hecho en la lava para plantar un árbol frutal», pero el verdadero significado es el de 'agujero que se produce como consecuencia del hundimiento del techo de un tubo volcánico', siendo indiferentes el tamaño y el aprovechamiento que de él se haga.

Una interpretación caprichosa y disparata da Sosa Barroso (2001: 74) al término jameo, diciendo que se llama así por el jemío que hace el viento en la cuevas.


Jameo se relaciona con cueva, pero un jameo, en todo caso, es sólo la parte de la cueva de la que se ha desprendido el techo, no el resto del tubo volcánico o cueva. Se diferencia de la cueva, porque el jameo siempre está descubierto. Y por ello puede ser lugar apropiado para plantar en él o higueras o parras. «Todo se esconde en Lanzarote -observó Verneau 1981: 116)-: los habitantes en sus casas, los coches en sus cocheras y los árboles en grandes agujeros». (Hay una estupenda y larga descripción de tan particular accidente en Hernández Pacheco 2002: 263-281).


Según descripción de Agustín Pallarés, 21 son los topónimos de Lanzarote que llevan el nombre de Jameo (aparte otros 3 que están en el islote de la Alegranza), todos ellos pertenecientes al tubo volcánico que baja desde La Corona y se adentra en el mar . Cada uno de ellos tiene su propio nombre, siendo los más nombrados la Cueva de los Verdes, a la que se entra precisamente por un jameo, y los Jameos del Agua ; pero también el Jameo de Puerta Falsa, en el extremo norte de la Cueva de los Verdes, porque por ella entraban y salían los lanzaroteños huyendo de los ataques piráticos y berberiscos en los siglos XVI, XVII y XVIII; Jameo Tacho, por metátesis de chato: 'más bajo que ancho'; Jameo Cumplido, por ser el más largo de todos; etc. Característica morfológica peculiar de este nombre es que en la toponimia aparece siempre en singular, Jameo, por ser precisamente accidente individual, excepto el nombrado Jameos del Agua, y eso porque éste está formado por tres jameos particulares: el Jameo Redondo, el Jameo Grande (o Jameo del Agua, propiamente dicho) y el Jameo Chico.


Un comentario añadido merece el nombre en relación con este último topónimo. Y es que en los folletos turísticos y explicaciones de los guías turísticos poco entendidos se dice que el nombre de Jameo se debe a los cangrejillos blancos, ciegos, que pueblan el lago que se ha formado en el fondo de la cueva (y de ahí lo del J. del Agua). Totalmente inexacto e inventado: los cangrejillos no tienen nombre conocido, si se le da el de jameos será por metonimia, y en todo caso será denominación moderna, no tradicional.



Jorado // Jurada // Juradita // Jurado:

Voz dialectal (procedente de horadado) que se aplica en la toponimia a cualquier tipo de piedra, roca, risco, roque, etc. prominente que esté horadado y que permita ver la luz de un lado al otro. Este tipo de accidente es muy común en los suelos canarios de todas las islas, tanto sea en el interior, por efecto de la erosión, como especialmente en las costas, como consecuencia del batir del mar, convirtiéndose fácilmente en punto distintivo muy referencial.


Jureles :

El jurel es un pez teleósteo, frecuente en las costas de Canarias, que vive en cardúmenes sobre los fondos rocosos.


Juyona :

(Pachygrapsus maurus) Especie de cangrejillos habitantes en los charcos y zonas costeras caracterizados por sus movimientos rápidos, huidizos, y de ahí su nombre.


Laja // Lajar // Lajares // Lajas // Lajero // Lajial // Lajiar // Lajío // Lajíos // Lajita // Lajitas // Lajón // Lajones :

El término laja existe en la España peninsular, como reconoce el DRAE, pero allí el término más usual para el significado 'piedra plana, lisa y delgada' es lancha (como ya advirtió nuestro Pancho Guerra), mientras que en Canarias laja es el término exclusivo para esa referencia, y por extensión a todo tipo de suelo de esas características. Por eso es un verdadero canarismo, de origen gallego-portugués, como también reconoce el DCECH, introducido en las Islas por la gran influencia portuguesa que hubo desde el momento mismo de la conquista (Pérez Vidal 1991: 169). A la gran cantidad de topónimos caracterizados por el término Laja hay que añadir la serie cuantiosa de sus derivaciones; en Lanzarote: Lajita, Lajón, Lajero, Lajío, Lajiar y Lajial, con sus plurales.


Lava :

Hasta 14 tipos de lava distingue Viera y Clavijo en Canarias de «aquellas materias fundidas y como vitrificadas por el fuego de los volcanes» (1982b: s.v.). Pero llama la atención que en la toponimia de Canarias, estando formados sus suelos, mayoritariamente, por las lavas, no aparezca el término lava en ella, salvo casos muy aislados y anecdóticos. En el caso de Lanzarote sólo en un topónimo, Cueva del Lago de Lava (TO 8.127), dentro del P.N. de Timanfaya. Y eso porque lava es un neologismo en la terminología toponomástica de Canarias, pudiéndose asegurar que los topónimos que lo contienen son de creación moderna. Por el contrario, para los terrenos de lava la toponimia canaria prefiere términos como Malpaís, Quemados, Lajiar, Breña, Volcán y otros.


Lomo // Loma // Lomas // Lomillos // Lomita // Lomitos // Lomos :

En Canarias, a una elevación no puntual, sino longitudinal y prolongada, con altura descendente y con la cima redondeada, se le llama lomo; es el interfluvio de los barrancos, razón por la cual la abundancia en la toponimia de uno está en relación directa con la abundancia del otro, y en los dos casos, con el tipo de orografía que caracteriza a cada isla. La de Lanzarote muy poco «abarrancada» y, por tanto, con relativamente pocos lomos en su toponimia, si los comparamos con los que tienen las demás, incluida Fuerteventura. Tan sólo 63 topónimos hemos registrado. Y una curiosidad toponomástica: cuando el lomo es «de cresta afilada» (Hernández Pacheco 2002: 220) se llama cuchillo, y de ellos hay algunos ejemplos en la toponimia de Lanzarote.


Longuera // Longueras:

Al significado que da el DRAE a longuera de 'porción de tierra, larga y angosta', hay que añadirle en el uso toponímico de Canarias el rasgo semántico 'dedicado al cultivo'. El término es un claro arcaísmo, fosilizado en la toponimia, pero perdido del habla común. Deriva del cast. antiguo luengo (procedente del lat. LONGUS 'largo'), que ha sido sustituido en el habla actual por largo y sus derivados.


Lugar:

Como 'población pequeña, menor que villa y mayor que aldea' se define lugar en el DRAE, en su 4ª acepción. Y, en efecto, el término, que en su acepción primera y más general es un apelativo de uso corriente con el sentido de 'cualquier espacio que pueda ser habitado', se ha convertido en topónimo en muchos puntos de la España peninsular y de Canarias también. En la toponimia de Lanzarote aparece para nombrar los dos «barrios» de Tías: Lugar de Abajo y Lugar de Arriba.


Madredelagua:

Un único topónimo hay en Lanzarote que contiene este sintagma lexicalizado, Barranco Madredelagua (HA 10.84), que tiene en la toponimia canaria el significado de 'lugar de manantiales copiosos'. La forma madrelagua está registrada en el DCECH de Corominas y Pascual. La raíz etimológica es el lat. MATRICEM, que dio resultados léxicos diversos, relacionados todos con la hidronimia, como madriz o madrid (en el Reino de León siempre con el artículo femenino «la madrid», como reconoce el DVEG) y las formas mozárabes conservadas en el sur peninsular y en Canarias matriche y almatriche (Morala 1990: 228).


Majada // Majá // Majadas // Majadita:

El término majada tiene un comportamiento extraño en el español de Canarias, tanto por lo que se refiere a su presencia en el vocabulario popular de cada isla, como por el sentido particular con que se usa en cada una de ellas, y de igual modo en sus respectivas toponimias, siempre, sí, vinculado a la actividad pastoril, pero no con el sentido con que lo define la Academia de 'lugar donde se refugia el ganado por la noche'. El DDEC (y otros diccionarios canarios) dicen que en Fuerteventura y Lanzarote majada significa 'lugar de escasa pendiente en un monte o a un lado u otro del cauce de un barranco', es decir, que majada sería un término geomorfológico. En Fuerteventura parece que sí, pero no en Lanzarote. Puede que ese sentido geomorfológico que le atribuyen los diccionarios dialectales se deba a un proceso de metonimia, por ser esas «pendientes de un monte» los lugares en donde de ordinario pastara el ganado, porque este es el verdadero sentido que tiene majada en el habla popular de Lanzarote: 'lugar de pasto del ganado', siendo redundante que el lugar sea llano, esté en depresión o en vertiente, o incluso que ocasionalmente se convierta en corral de ese ganado. Así pues, el sentido de 'redil del ganado' que tiene majada en Castilla se expresa en Canarias por el término corral.


Majapola :

Forma dialectal de la amapola (Papaver rhoeas).


Majo:

Gentilicio antiguo del habitante aborigen de Lanzarote y Fuerteventura. Y resaltamos lo de antiguo pues en la actualidad el gentilicio de los de Lanzarote es el de lanzaroteños o (dentro de las islas) el de conejeros, reservándose el de majorero sólo para los de Fuerteventura. El término majo, siendo de origen guanche, ha pervivido en el habla popular de Canarias, pero sólo en la isla de El Hierro, y allí, justamente, con la significación que ya le asignaban Torriani y Abreu: majos llaman los pastores herreños al rústico calzado (especie de abarcas) que ellos mismos usaron hasta tiempos recientes, siendo primero de cuero de ovejas o cabras y después de gomas de camiones (ver Trapero 1999: 123-124). No obstante, el término Majo pervive en la toponimia de Lanzarote (y en la de Fuerteventura), sin duda con la referencia a los aborígenes.


Majuelo:

Un majuelo es un terreno dedicado a la viña, pero específicamente a una plantación nueva de viñas, como señala el DRAE, y más genéricamente al tipo de terreno especialmente apto para el cultivo de la viña. Este es el sentido que tiene Majuelo cuando aparece en la toponimia, como es el caso del topónimo El Majuelo que aparece en el municipio de Teguise.


Maleza // Malecita :

Terreno fragoso con determinados arbustos (sobre todo aulagas), no cultivable; es un malpaís evolucionado.


Malpaís // Malpéi // Malpeí // Malpéis :

Terreno volcánico improductivo cubierto de lavas. En Lanzarote las variantes que más se oyen son malpéis y malpéi. Igualmente, en la toponimia de Lanzarote se diferencia el término malpéis, que es siempre un campo de lavas antiguas, con cierta vegetación, del término volcán, que designa al campo de lava reciente. El término malpaís es un canarismo prototípico, de creación canaria (luego exportado hasta América), justamente para designar una realidad inexistente en la Península pero muy abundante en todas las islas. Decimos que los malpaíses abundan en todas las islas, pero más que en ninguna en Lanzarote, a causa de las erupciones más importantes que ha habido en Canarias en tiempos históricos, ocurridas en los siglos XVIII y XIX.


Mancha :

Plantación floreciente cuya vegetación contrasta con el terreno estéril y sin cultivar circundante.


Manchón :

Terreno abandonado que se utiliza para pastar el ganado.


Mareta // Maretas // Mareteja // Maretejas :

Una mareta es un depósito de agua que se acondiciona en el cauce de un barranco o en hondonadas a donde discurren las aguas de lluvia, que se usarán para el consumo humano y el de los animales. Las maretas no son exclusivas de Lanzarote, pero no resultaría descabellado pensar que allí nacieran y que desde allí se extendieran luego al resto de las islas, y tampoco que la idea y la manera de construirlas fuera de origen guanche (Cabrera Pérez et alii 1999: 115). Desde luego llamó extraordinariamente la atención a los primeros historiadores de la isla. Abreu Galindo, a fines del siglo XVI, dice respecto al agua, «que no hay otra sino la que llueve, la cual recogen en maretas o charcos grandes hechos a mano, de piedras» (1977: 58). Y el Padre Sosa, siglo y medio más tarde, en 1678, se refiere a las maretas de Lanzarote, «que son unos hoyos muy grandes en donde la conservan de uno a otro invierno y es agua muy saludable» (1994: 46). Y ya en el último tercio del siglo XVIII insiste Viera en que «la escasez de fuentes ha obligado a los habitantes de Lanzarote a recoger las lluvias en aquella gran mareta que tienen junto a la villa capital, y en muchas cisternas y norias» (1982b: v. Fuente).

La palabra mareta está en la toponimia de todas las islas, excepto en La Gomera, y con la particularidad de que en La Palma designa los charcos de las costas que servían para endulzar los chochos. El DHEC de Corrales y Corbella lo considera simple canarismo a partir de mar + el sufijo eta; el DHEHC de Morera, sin embargo, lo considera galicismo traído por los conquistadores normandos, y se basa para ello en ser precisamente Lanzarote y Fuerteventura las islas en que el término mareta se asentó primeramente, siendo estas dos islas justamente las primeras conquistadas por los normandos. Sea uno u otro su origen, el término mareta y su significado se configuraron en las hablas de Canarias al margen del significado que tiene en el español estándar de 'movimiento de las olas del mar cuando empiezan a levantarse, o bien a sosegarse después de agitación violenta'.



Marimonda // Marimunda:

Forma dialectal lanzaroteña de 'moribunda'.


Marisco // Mariscaderito // Mariscadero :

En el habla popular de algunas islas, especialmente de las orientales, se usa esta voz para la referencia 'parte rocosa de la orilla o del fondo del mar que puede quedar al descubierto en la bajamar', y en la que suele haber marisco, es decir, crustáceos comestibles, como lapas, burgados, etc. Y con este mismo sentido aparece en la toponimia de Lanzarote.


Marrajo :

El marrajo es un pez de grandes dimensiones y muy voraz, que es abundante en las aguas de Canarias y que popularmente se le califica como una especie de tiburón. Los dos topónimos que en La Graciosa llevan su nombre, un caletón y una punta, están sin duda relacionados con algún suceso vinculado a estos peces o a la abundacia de ellos en esos sitios.


Marrubio :

El marrubio es una planta herbácea labiada, de tallos erguidos y blanquecinos, velludos y cuadrangulares, con hojas ovaladas y rugosas y con flores blancas en espigas. Es muy abundante en Canarias, y como consecuencia de su presencia abundan los topónimos caracterizados por esa palabra. Así los topónimos de Lanzarote en los municipios de Teguise y Tinajo.


Mato // Matos:

En Lanzarote se designa con este nombre a cualquier arbusto leñoso, tipo matorral, especialmente a los de naturaleza xerófila. Usado generalmente en plural para designar el colectivo.


Meanos:

Corrientes de jable que forman pequeñas dunas («por donde se desriscaban los niños», nos dijo un informante de Teguise). Deriva de médanos.


Mentidero:

Como se dice en el DRAE, 'sitio o lugar donde para conversar se reúne la gente ociosa', siempre dentro de una población o en lugar equidistante a varios núcleos poblacionales.


Millo :

Forma dialectal canaria, procedente del portugués, de denominar al maíz (Zea mays).


Miradero // Mirador :

El término patrimonial canario para el significado 'punto elevado desde donde se divisa un amplio y hermoso panorama' es miradero (junto a atalaya, vista, asomada, diviso y otros), por aplicación neológica del sufijo -ero, que es el más común en Canarias y el que ha quedado en la toponimia más antigua. Sin embargo, la retoponimización moderna, y muy especialmente en este punto en que Canarias se ofrece al turismo foráneo como escaparate lleno de sorpresas paisajísticas, ha llenado el Archipiélago de Miradores, escrito así en los mapas, carteles y demás, con lo que está cambiando el uso léxico patrimonial, como es el caso del Mirador del Río, posiblemente el más famoso y espectacular «mirador» de Lanzarote.


Misadero:

Forma dialectal local de visadero.


Mojón // Mojones:

Montón de piedras con función de señal de algo, por ejemplo de propiedad, y que resultan de la limpieza de los terrenos para acondicionarlos para el cultivo. No es la isla de Lanzarote ni la que más bancales ha construido en sus laderas ni la que más ha cercado con paredes de piedra sus fincas, pero sí, relativamente, la que más «mojones» tiene, y hasta una localidad con ese nombre, El Mojón (TE 9.49). De ahí que llamaran la atención a una visitante tan observadora de las cosas de la isla como fue Olivia Stone, a finales del siglo XIX, quien escribió: «Han colocado montones de piedras en puntos de los campos para delimitarlos y nos recuerdan inmediatamente la vieja máxima judía: 'No retires los mojones que señalan la tierra de tu vecino'» (1995: 304).


Molino // Molinos:

El término molino tiene en la toponimia de Lanzarote dos significados distintos: el primero, que corresponde al uso normativo general de 'construcción que contiene un artefacto para moler', y el segundo, metafórico, aplicado a lugares de mucho viento.


Montaña // Montañas // Montañeta // Montañetas :

Una montaña en la toponimia de Lanzarote, como en el resto del archipiélago, y como en las hablas populares insulares, es la elevación resultante de una erupción volcánica, el «edificio» de una erupción, cada uno de los conos volcánicos, y no necesariamente una 'gran elevación del terreno' y menos un 'territorio cubierto y erizado de montes', como dice el Diccionario de la lengua española. Por eso a las mayores elevaciones de la isla, como conjunto, no se les llama montañas, sino «macizos» de Famara y Los Ajaches; y por eso tampoco hay en la toponimia lanzaroteña Montañas, en plural, porque la montaña es accidente individual, visualmente aislable (sólo admite el plural en Lanzarote el diminutivo Montañetas y, modernamente y en el ámbito turístico, a las Montañas del Fuego, por ser un conjunto de ellas).

Para el mismo significado de 'montaña' se usa a veces en la toponimia de Lanzarote los términos caldera, cerro y volcán, como se dice en su lugar correspondiente.



Monte:

Extraña es en la toponimia de Lanzarote la palabra monte, porque no hay en toda la isla ni un solo lugar que tenga lo que en Canarias el término designa, propiamente un bosque. Por el contrario, los tres únicos lugares así llamados, Monte de Tajaste (TO 7.53), El Monte (AR 12.11) y Monte de San Bartolomé (SB 12.10), refieren a dos zonas que en la actualidad nada tienen de particular en relación al absoluto despoblamiento de vegetación de sus respectivos contornos. Por tanto deben ser topónimos antiguos, caracterizados entonces por la presencia de una cierta vegetación rastrera de matojos, aulagas y arbustos de todo tipo. Y lo mismo debió justificar el topónimo Monturrios Pardos (YA 13.63), éste incluso con un diminutivo despectivo.


Morro // Morra // Morrete // Morrito // Morritos // Morros:

Elevación puntual de roca basáltica desnuda, que queda generalmente de la erosión de relieves alomados. Un morro es una parte de un lomo: el remate rocoso y redondeado de un lomo.


Muela // Muelas:

Forma dialectal de las islas orientales, procedente del portugués, con el significado de 'banco de peces'. En Lanzarote aparece en un topónimo principal, Puerto Muelas (YA 13.111) y varios otros secundarios a él asociados.


Muelle:

El término muelle, aplicado en la geografía insular al 'dique principal en los puertos de mar', es un neologismo de incorporación tardía, procedente del cat. moll (tomado del lat. MOLES 'dique'), al que conviene la larga definición del DRAE: «obra de piedra, hierro o madera, construida en dirección conveniente en la orilla del mar o de algún río navegable, y que sirve para facilitar el embarque y desembarque de cosas y personas e incluso, a veces, para abrigo de las embarcaciones». En el lenguaje tradicional de las Islas, y en su toponimia, para esa referencia se usaban más los términos embarcadero y atracadero. Hoy, con la construcción de los modernos puertos en todas las Islas, se ha impuesto el término muelle al referirse al de la capital de cada una de ellas; así, Muelle de los Mármoles en Arrecife de Lanzarote.



Natero:

Terreno cultivable situado en el cauce de un barranco, de donde toma agua y tierra arrastrados por éste.


Pajero // Pajerito // Pajeros:

Montón de paja de cereales o de legumbres, hecho en forma tronco-cónica y compacta a fin de protegerla de la lluvia y garantizar su conservación. Antes de abandonarse en Lanzarote las siembras masivas de cereales, estos pajeros eran «accidentes» muy característicos de su paisaje, hasta el punto de llamar la atención de todos los visitantes extranjeros (en varias ocasiones se refiere Olivia Stone a ellos, 1995: 303 y 322).


Papagayo :

(Xyrichthys novacula) Pez teleósteo perciforme, de cuerpo muy comprimido; los machos son de color verdoso, mientras que las hembras son marrones o rosas. Es exclusivo de los fondos arenosos, cubiertos o no por praderas de plantas marinas, en los cuales se entierra totalmente cuando se alarma. El nombre es de origen portugués.


Pardela // Pardelas:

La pardela es un ave especialmente vinculada a las Islas Canarias, y muy especialmente a Lanzarote y a sus "islotes" en donde anidan grandes comunidades en sus riscos. Es un ave migratoria, que comienza a llegar a las Islas durante el mes de febrero y permanece en ellas hasta mitad de octubre o principios de noviembre. Es la actualidad es una especie protegida, pero en tiempos antiguos era un ave muy apetecida por los cazadores, que las capturaban en sus nidos durante la noche.


Pared // Paredes :

Cerca de piedra para la división de fincas.


Paredón // Paredones :

Pared que se hace en las laderas de los barrancos para contener la tierra y poder cultivar en ellas; es decir, para formar los «bancales».


Peña // Peñalta // Peñas // Peñita // Peñitas // Peñón // Peñones :

Ya llamábamos la atención en nuestro Diccionario de toponimia canaria (Trapero 1999: s.v. peña) de la superabundancia de Peñas en la toponimia de Lanzarote (102 topónimos hallamos con ese nombre), en proporción inversa respecto al topónimo Piedra en el resto del archipiélago. Las peñas, al contrario de las piedras, que son accidentes de costa, son todas del interior, elevaciones puntuales, generalmente en campos de malpaíses recientes, como producto de una fragmentación violenta de los ríos de lava y de un rápido enfriamiento. Por eso abundan especialmente en los malpaíses del volcán de la Corona, en el mun. de Haría. También en estos topónimos es frecuente que al término peña le continúe un antropónimo, en este caso como indicativo de la propiedad del terreno. En cierta medida, puede decirse que el término peña en la toponimia de Lanzarote cubre también la realidad que en otras islas es denominada por roque, y de ahí los poquísimos topónimos que hay con este término.

Y otra particularidad de las peñas de Lanzarote. Cuando una de ellas está aislada, en una cierta elevación, que se destaca como cresta en el alto, se llama entonces cabezo, de los que también hay varios en la toponimia de Lanzarote.



Perenquén :

(Tarentola mauritanica) Salamanquesa endémica de Canarias, de unos ocho cms. de largo, de color gris ceniciento y dedos terminados en unas pequeñas ventosas que le permiten caminar por las paredes. La palabra es de origen guanche.


Perritos :

(Bulweria bulwerii) Nombre que se da a unas aves que anida en los riscos de Alegranza cuyas voces recuerdan los ladridos reprimidos de los cachorrillos.


Piedra // Piedralta // Piedras:

En la toponimia de Lanzarote, los topónimos encabezados por Piedra se refieren a un accidente puntual costero equivalente a una punta o saliente poco pronunciado, vinculado a la actividad de la pesca de caña. Lo que caracteriza a estos topónimos es que van complementados por un antropónimo (tipo La Piedra Saavedra, Piedra Fernández, etc.), como si cada una de ellas hubiera tomado el nombre del personaje que con habitualidad practicó allí la pesca, una especie de coto de pesca reconocido colectivamente.


Placer // Placeres:

Lugar de pesca, pesquero de caña. Sólo hay un topónimo con este término: Los Placeres (YA 11.5). Para esa referencia se usa en la toponimia de Lanzarote especialmente piedra.


Pozo // Poceta // Pocillos // Pocitos // Pozos :

Los pozos de la toponimia de Lanzarote están, principalmente, en las zonas extremas de Famara y Los Ajaches y en algunos puntos del centro de la isla. Y responden, además, a una doble clasificación: unos constituyen un modo de extracción de las aguas subterráneas, los que están en la zona de Famara, y otros de almacenamiento de las aguas correntías de lluvia. De estos segundos son todos los de la costa del Rubicón, pues allí no hay aguas subterráneas. Pero de alguna forma estos pozos del sur de la isla pueden considerarse como ejemplos de un sistema mixto de almacenamiento y de extracción, pues según el estudio que de ellos han hecho Tejera y Aznar (1989: 42-43), se basan en el «sistema de eres» que usaron los aborígenes de varias islas, entre ellos los de Lanzarote: primero, la filtración de las aguas se detenía al llegar a la roca base, cuya naturaleza impermeable permitía su depósito; segundo, la extracción se desarrollaba por el sistema de eres: se retiraba la arena de superficie y entonces fluía el agua. Todos los pozos de San Marcial tienen este sistema, y por eso en la documentación antigua se especifica «con su entrada y su salida», lo que indica que los normandos que los hicieron debieron conocer el sistema de los aborígenes y lo aplicaron a sus pozos.


Probís:

Probís es forma dialectal lanzaroteña del término proís, que el DRAE define como «piedra u otra cosa en tierra, en que se amarra la embarcación». Es voz que sólo pervive en la toponimia y con un significado diferente al del diccionario académico, aquí, por extensión: 'embarcadero, puertito'.


Punta // Puntas // Puntilla // Puntillas :

Dos clases de «puntas» hay que distinguir en la toponimia de Lanzarote: las primeras son las que refieren un saliente de tierra que sea adentra en el mar; las segundas, las referidas al extremo de las elevaciones del terreno que terminan en pico. Las primeras son accidentes de costa, las segundas del interior. Las más abundantes en la toponimia de Lanzarote son, con una gran desproporción, las primeras, siendo uno de los accidentes más nombrados de toda la isla, lo que justamente habla de lo recortadas y «accidentadas» que son las costas de Lanzarote.


Quebrada:

Ninguna de las tres acepciones que el diccionario académico da de este término, como accidente geográfico, a saber: 1ª, 'paso estrecho entre montañas'; 2ª, 'hendidura de una montaña'; y 3ª, como americanismo, 'arroyo o riachuelo que corre por una quiebra', conviene al único topónimo que lleva este término en Lanzarote: La Quebrada o Islote del Quebrado (AR 12.94) se llama al repentino hundimiento de un arrecife que hay en la costa de Arrecife, bien visible en la bajamar, y que sirve como paso de los barcos de pesca en marea alta.


Quemada // Quemadas // Quemadita // Quemaditas // Quemado :

A dos realidades se refieren estos dos términos en la toponimia de Lanzarote, bien actúen como sustantivo, y por tanto como núcleo del topónimo (tipo La Quemada de Máguez o La Quemadita), bien como adjetivo y por tanto como calificación de otro accidente (tipo Playa Quemada). En los primeros casos la realidad geográfica nombrada es siempre un campo de lava, un malpaís de aspecto fragoso y de color entre rojo oscuro y negro; en los segundos actúa como un verdadero cromotopónimo, designando el color rojizo oscuro del accidente al que califica.


Quemero :

Horno para quemar la barrilla (Mesembryanthemum crystallinum) y el cosco (Mesembryanthemum nodiflorum).


Rambla:

El sentido que tiene este término en las dos únicas ocasiones en que aparece en la toponimia de Lanzarote es el de 'camino'. Este sentido es particular, tanto en comparación con el significado que le asigna el diccionario académico, como término geográfico, de 'lecho natural de las aguas pluviales cuando caen copiosamente', como el tiene en otras islas canarias de 'acumulación de tierras arrastradas por el agua cerca de la costa'. Claro que este segundo sentido canario es el que puede explicar la referencia de los dos topónimos lanzaroteños, ambos cercanos a la costa y vía marcada por las tierras y arenas arrastradas por las aguas.


Raso:

Del uso normativo que como adjetivo tiene raso en el español general, se sustantivó en el español de Canarias, aplicado a la orografía, para designar un tipo de terreno raso, pelado, ausente de vegetación. Este sentido toponímico está más acorde con el significado primitivo de su étimo (deriva del lat. RADERE 'afeitar, pulir, raspar') que con el que ha llegado a tener la palabra raso en el español general, tanto sea apelativo o topónimo: se dice «campo raso» a lo que es simplemente 'llano'.


Rebolaje // Robalaje:

Los estados de la mar son tan cambiantes e influyen tanto en quienes viven de ella, los pescadores principalmente, que se ha creado todo un campo léxico bien nutrido de términos para expresarlos. Esos términos son de uso común en las hablas locales, aunque con notables diferencias de una isla a otra, y aun dentro de cada una de ellas. La mayoría son soluciones léxicas dialectales, por derivación del término común del español general o por desarrollo de algún mecanismo léxico o semántico particular. De todos ellos sólo unos pocos han pasado a la toponimia para dar nombres a aquellos lugares de costa caracterizados por la frecuencia con la que el mar se presenta en ese estado: bonanza, reboso, rebelaje, bajamar y otros. Es lógico que sean pocos, pues la toponimia es, sobre todo, una terminología de tierra (incluso en las zonas costeras). Y de entre ellos, las variantes lanzaroteñas Rebolaje y Robalaje referidas a un estado de la mar agitado, de resaca.


Rilla:

El DDEC confunde la especie llamada rilla con la turma o turna de Lanzarote, dando para ambas la misma definición e identificándolas como Tuber albus. Pero la especie Tuber albus es solo la que en Lanzarote recibe el nombre popular de turna, turma o papa-cria. Por el contrario, la rilla es una pequeña hierba, como de dos palmos de alta, sin nada especial destacable, con cáliz inflado al modo de un ánfora, y pétalos de color blanco-rosado. Es la Silene vulgaris o S. cucubalus registrada por Kunkel en su Diccionario botánico canario (1986: 235). Segun información que nos proporciona Agustín Pallarés, obtenida a su vez de sus informantes locales, la Montaña de la Rilla (también llamada Caldera de la Rilla) (TO 14.15) se llama asi porque en el interior de su cráter crece en su interior esta hierba que los campesinos del lugar usan como forraje para sus animales.


Río:

El término río tiene en la toponimia de Lanzarote y de los Islotes de su demarcación un sentido muy particular: el de canal o brazo de mar que separa a una isla de otra: Lanzarote de La Graciosa, ésta de Montaña Clara, y ésta de Alegranza, más otro Río mucho menor que separa la isla de Lanzarote del Islote que se forma en la costa de La Santa (TO 6.107). De todos ellos, el de nombre más famoso y de configuración mejor definida es El Río primero; ha ello ha ayudado también el espléndido Mirador del Río que existe sobre la cumbre de Famara y desde el que se divisa no sólo este accidente, sino, sobre todo, el conjunto de los Islotes de Lanzarote.


Risco // Riscadero // Riscos // Risquetes :

Ya advertíamos en nuestro Diccionario de toponimia canaria (Trapero 1999: s.v.) que el término risco servía en Canarias para una multitud de referencias distintas: a la más genérica de 'vertiente alta y escarpada', le siguen unas veces el de una elevación en su conjunto y otras una fuga escarpada (en La Palma se confunde con Time y en El Hierro con Letime); unas veces a la ladera abrupta del interior y otras al acantilado que cae al mar; unas a un tipo de terreno pedregoso (de «piedra viva») e impracticable y otras a los barrios altos que rodean la ciudad (como en Las Palmas de Gran Canaria). En la toponimia de Lanzarote, además, a determinados lajiares de la costa, como Riscos los Sables (HA 4.95).


Rofe :

Arena volcánica de granos gruesos y rugosos, usada como capa superior de un terreno cultivado. Es voz procedente del adjetivo portugués rofo 'que tiene asperezas o arrugas'.

Las arenas volcánicas tienen en Canarias diversos nombres específicos, según las islas: picón se llama en Gran Canaria, zahorra en Tenerife, jable en El Hierro, rofo en Fuerteventura y rofe en Lanzarote, además del general de arena con que pueden nombrarse en todo el archipiélago, y de ahí el nombre de enarenados que reciben los terrenos lanzaroteños cubiertos de estas cenizas volcánicas para una mejor producción.



Rofero // Roferos :

El rofe se extrae de los conos volcánicos que lo contienen o de los campos extensos cubiertos por él, y a esos lugares se les llama Roferos, algunos de los cuales han pasado a la toponimia, presentando un paisaje, además de degradado, irreal y fantasmafórico.


Rompimiento:

Sólo en las respectivas toponimias de las islas más orientales de Lanzarote y Fuerteventura aparece este término con el sentido de 'tierras roturadas por primera vez para prepararlas para el cultivo.


Roque // Roques // Roquito:

Se llama roques a los dos más pequeños islotes que aparecen en el norte de Lanzarote, uno al este y otro al oeste, y de esa orientación reciben sus complementos toponímicos, además de otros pocos accidentes costeros caracterizados por ser rocas aisladas de grandes dimensiones. Pero es digno de destacarse la rareza de este término en la toponimia de Lanzarote (y de Fuerteventura), cuando tan abundante es en el resto de las islas, y eso porque el término roque es aquí sustituido por el de peña. Además, a los dos «roques» más sobresalientes de la costa de Lanzarote, los que están en su punta norte, no se les llama Roques, sino Fariones (término derivado de farallón).


Rosa // Rosas // Rositas:

Las rosas son tierras que antes estuvieron llenas de malezas y fueron después roturadas («rozadas») y preparadas para el cultivo. De ahí que, por ejemplo, la Rosa del Cura (HA 10.53) deba interpretarse como terreno roturado que fue propiedad del cura de la parroquia de Haría; y Rosa Travieso (TE 9.116) propiedad de un hombre de ese apellido, etc. El seseo general del español de Canarias, en este caso, ha fijado un término que no podría identificarse ya escrito según la etimología castellana, roza, y que con tanta abundancia ha quedado en la toponimia de todas las islas.


Rostro // Rostritos // Rostros :

Rostro es término que sólo encontramos en la toponimia de Lanzarote (posiblemente derivado del port. rostro con el significado metafórico de 'frontis') y que hace referencia al frente o talud de una escorrentía de lava bruscamente detenida y petrificada.


Sal // Salada // Saladar // Salado // Salina // Salinas // Salinero:

Todos estos términos (y otros de ellos derivados) aparecen en la toponimia de Lanzarote y están relacionados con la sal, aunque de muy distinta manera. Unos con la presencia directa de ese mineral (Morro de la Sal, Barranco Salinero) o con la explotación de las numerosas «salinas» que Lanzarote ha tenido desde los tiempos más antiguos, otros con el sabor salado o salobre de algunos de sus escasos manantiales (Fuente Salada, Fuentes de Agua Salobre), otros con un tipo de terrenos esterilizados por abundar en él las sales (caso del topónimo Saladar) y otros, en fin, con la presencia de una planta, el salado, que es un arbustillo endémico de las islas orientales, especialmente abundante en las zonas costeras.


Salones:

El término salón es voz popular de La Palma con los sentidos de 'arcilla' y 'tierra rojiza', y aparece reiteradamente en su toponimia con el significado extendido de 'terreno caracterizado por ese tipo de tierras'. Éste es también creemos el sentido que tiene el topónimo lanzaroteño Los Salones (TE 6.143). Díaz Alayón (1987: 140) comenta que es voz desconocida para el DRAE pero que presenta una gran vitalidad en el área lingüística luso-galaica, desde donde, con toda probabilidad, pasó a Canarias. En portugués solao es 'terreno arenoso o barriento'.


Sarapico :

Forma dialectal (por seseo y etimología popular) del zarapito trinador (Numenius phaeopus). Ave linícola, de patas largas y pico largo y curvado hacia abajo, de cuerpo moteado en marron y blanco; se alimenta principalmente de los cangrejillos de playas y mariscos de costa.


Seba // Sebadal // Sebo :

(Cymodocea nodosa) Voz de origen portugués que en Canarias se usa para designar el conjunto de algas marinas que en determinadas condiciones y en determinados lugares despide el mar en playas y caletas. Es digno de señalarse que la «capital» de La Graciosa recibe el nombre de Caleta del Sebo por las frecuentes y abundantes sebas que allí arrojaba el mar antes de cerrarse su caleta con los actuales diques que protegen su moderno puerto.


Sefío // Seifío :

(Diplodus vulgaris) Es la mojarra, parecido al sargo, pez marino teleósteo de cuerpo oval, comprimido y boca protáctil, armada de dientes afilados, con unas listas longitudinales de color amarillo. Nombre de origen portugués.



Señalo :

Término estrictamente local con el significado de 'senda, vereda poco insinuada'.


Sisitos:

Los Sisitos es un pequeño núcleo de población de la zona del Rubicón, cercano a Maciot, que debe ser diminutivo acomodado dialectalmente de Los Sitios.


Soco :

Abrigo o refugio contra la lluvia o el viento. Debido al viento constante que sopla en Lanzarote, para proteger las plantaciones y los semilleros se acondicionan socos (y bardos o bardas), bien sea de piedras, de paja de centeno o de cualquier otro material de deshecho (hasta de cajas desbaratadas). Pocos son los topónimos que contienen estos términos, pero ése es el sentido que tienen.

La ausencia de este término en el español peninsular con el significado que tiene en Canarias y su implantación principal en las islas orientales, las más próximas a África, ha hecho pensar a Llorente Maldonado (1987: 70-71) en la posibilidad de que se trate de una voz introducida directamente en el Archipiélago desde Mauritania, con una extensión semántica aplicada al terreno desde su étimo árabe. Pero no descarta que se trate de un guanchismo, tal cual afirma Wölfel (1965: 351 y 881), que encuentra su correspondencia en los dialectos bereberes tanto desde el punto de vista del significante como del significado.



Solapa:

Saliente de una roca empleado como abrigo. Es término que aparece una única vez en la toponimia de Lanzarote, pero es muy frecuente en la de Gran Canaria (y sobre todo el aumentativo solapón). Es curiosa y muy gráfica la descripción que hace Pancho Guerra de los solapones grancanarios: «Especie de visera que hacen los riscos, abriendo soco a cazadores, pastores y caminantes. Tales viseras son semejantes a «aleros» que cubren las gradas cubiertas de los campos de deportes [...] El solapón canario es una semicueva producida por el risco, que arma una solapa de piedra» (1977: s.v.).


Sombrero // Sombrerito:

De manera análoga a otros muchos topónimos que sufren un proceso de metaforización para aplicarse a los accidentes del terreno, puede decirse que sombrero es un metafórico para referir a un tipo de piedras sobresalientes que aparecen encima de otras. Pero podría interpretarse también con un sentido recto, sin metáfora alguna, como 'lugar abundante en sombra', por aplicación de su sentido etimológico: sombrero es un derivado neológico de sombra, sufijado con el morfema más abundante de la toponimia de Canarias -ero. La presencia en la toponimia lanzaroteña del diminutivo Sombrerito nos inclina a pensar en la primera interpretación.


Sonda:

Pesquero mar adentro.


Suerte:

En un principio, el término suerte refería una propiedad rústica, una extensión de tierras de cultivo que resultaba del reparto de una herencia. En la actualidad se ha perdido ese matiz semántico de 'heredado' y se llama suerte a cualquier tipo de terreno de cultivo de propiedad particular, reducidas dimensiones (como consecuencia de los sucesivos repartos a los que ha sido sometido). El DRAE expresa ese sentido actual en su 14ª acepción como «parte de tierra de labor, separada de otra u otras por sus lindes». No es abundante en la toponimia de las Islas, pero sí bien conocido, como ocurre en Lanzarote, en donde lo hemos registrado en tres ocasiones.


Tabaiba // Tabaibas // Tabaibita // Tabaibitas :

(Euphorbia spp.) Tabaiba es nombre genérico pancanario, de origen guanche, que se da a varias plantas endémicas de las islas, de la familia de las euforbiáceas, de madera muy ligera y poco porosa, muy abundantes y propias de las zonas costeras. Baste decir que es la especie vegetal de mayor presencia en la toponimia de Lanzarote (incluso en sus formas diminutivas Tabaibita y Tabaibitas y la apocopada Taibitas). Y recuérdese que ya desde la primera descripción que se hace de los suelos de la isla, en la crónica de la conquista bethencouriana (a principios del siglo XV), se destaca precisamente la abundancia de las tabaibas, «que cubren todo el terreno de un extremo al otro», se dice, claro que los clérigos normandos que escribieron esa crónica desconocían el nombre aborigen y las llamaron «una especie de higuyerez [higueras, higuerillas] (Le canarien: texto G, 145).


Tabla // Tablada // Tabladillo // Tableritos // Tablero // Tableros // Tablón // Tablones:

La gran personalidad de la toponimia de Canarias se muestra, entre otros muchos ejemplos, en las muchísimas Tabla(s), Tablero(s), Tablada(s) y sus correspondientes derivados diminutivos, más el aumentativo Tablón(es), que hay en todas sus islas. Y en el significado particular que tienen estos términos en ella. Sólo la acepción 16 del DRAE, »faja de tierra y especialmente la l¬brantía comprendida entre dos filas de árboles», y sólo la primera parte de esa definición, se corresponde con la realidad canaria. La enorme irregularidad de los suelos insulares, propicia, por contraste, el que un pequeño llano sea tan significativo en la geografía funcional de cada localidad, como lo son la elevación mayor o el barranco más profundo. Viera lo dejó escrito así: «Habiéndose abierto los torrentes madre [de los barrancos] más profundos, han dejado algunos vallecitos y laderas, donde la labranza ha podido tomar tableros fructíferos, conteniendo la tierra de cadenas de paredones» (1982b: v. barranco). De ahí que ese llano se convierta siempre en tierra aprovechable para el cultivo y en punto de referencia, con su nombre propio, en la zona en que está. Con razón hay que considerar a estos términos como verdaderos canarismos semánticos, con el significado de 'terrenos llanos cultivables'.


Tahose // Tahosín // Tajose // Tajosín :

(Puffinus assimilis, ssp. baroli) Ave marina, de menor tamaño que la pardela, que vive en el mar y se acerca a los acantilados costeros donde anida, de color negro por arriba y completamente blanco por debajo.

Nombre de origen guanche, que aparece en la toponimia de Lanzarote con las tres formas con que encabezamos el artículo. Un término muy próximo a éste es tajosé, también de origen guanche, que designa a una especie de tomillo silvestre (Thimus origanoides), propio solo de las islas orientales.



Talisca:

Es voz desconocida en el español general, pero bastante común en las hablas rurales de algunas de las Islas y presente en sus respectivas toponimias. Su procedencia portuguesa parece indudable después de las ajustadas anotaciones de Pérez Vidal (1991: 172) y Díaz Alayón (1987: 150-151). Algunos otros estudiosos, sin embargo, y sin base, le han atribuido un origen guanche (Pérez 1981: 39). Como apelativo, los distintos autores que lo han estudiado le han atribuido, según las islas, sentidos diferentes, que se recogen en el DDEC. En la toponimia de Lanzarote, el que tiene es el de 'grieta que se forma en los riscos y andenes de muy difícil acceso y sin salida'.


Taro // Taros :

Los taros son en el lenguaje popular de Lanzarote lo que los goros o tagoros en las otras islas, sólo que en Lanzarote los taros son reductos acomodados en los campos de lava, y sirven para otras funciones no meramente pastoriles, tales como almacenes de grano, para guardar aperos, de bodega, de corral de animales domésticos, etc. No son muchos los taros que han pasado a la toponimia de Lanzarote, pero sí los suficientes como para dejar su huella. El más famoso de todos ellos es, sin duda, el Taro de Tahíche, lugar donde César Manrique construyó su casa, asombro de cuantos la visitan, convertida ahora en sede de la Fundación de su nombre.


Tefío // Tefíos:

Esta voz fue apelativo en el habla popular de Lanzarote hasta no hace mucho (confirmado por alguno de nuestros informantes más viejos), pero hoy queda sólo en la toponimia del norte de la isla (mun. de Haría) y en alguno de sus islotes (Montaña Clara y Alegranza). Los tefíos nos los describen como pequeñas excavaciones a modo de madrigueras que hacen las pardelas en suelos de tierra para anidar, siempre en colonias. Es voz antigüa, muy probablemente de origen guanche, que en el lenguaje actual ha sido sustituida por hura 'agujero pequeño, madriguera', según el DRAE.


Tegala :

Tegala es término de origen guanche que fue apelativo en Lanzarote hasta no hace mucho, quedando reservado ahora su uso a la toponimia (con 7 registros), pero aun queda memoria de su valor semántico. Tegala se llama en Lanzarote a la cerca de piedra sin techo que usa el pastor como punto de vigilancia, a la vez que como protección del viento. Es lo mismo que las goronas (también guanchismo) de los pastores de El Hierro. Álvarez Delgado identificaba a las tegalas como 'sitio elevado desde donde se hacían hogueras'.


Terrero:

Término de origen portugués que tiene en el habla de las Islas dos sentidos: el más general de 'terreno limpio, plano y apisonado que hay delante de las casas' y el más específico de 'terreno circular donde se practica la lucha canaria'. En la toponimia es de aplicación el primero de ellos.


Tofio // Tojio:

La voz tojio es paronímica de tofio, ambas de origen guanche, y ambas vigentes en el habla popular de Lanzarote, aunque ya de escaso uso. Un tofio es la 'vasija para el ordeño', hecha de cerámica popular, al estilo tradicional (a René Verneau le regalaron un tofio en El Mojón, como regalo muy apreciado, en su visita a la isla; 1985: 130). Por su parte, tojio es el nombre de una planta endémica de Lanzarote (Nauplius intermedius o Asteriscus intermedius). El DDEC recoje la variante tojia para esta especie y la describe como "planta asterácea, de hojas verbáceas, blancas y vellosas, y flores amarillas muy vistosas". No ha dejado huella en la toponimia de Lanzarote la voz tofio, pero si tojio (Peña del Tojio TE 7.17), aunque sea una única vez.


Tope // Topes // Topete:

Voz extraña al español general y que si aparece en la toponimia de algunas islas (especialmente de La Palma), en alternancia con su variante topo, es por influencia del portugués, de donde procede. En la toponimia de Lanzarote aparece el término tope (y su plural y el diminutivo topete) para demostrar la gran influencia que allí tuvieron también los portugueses. El DC registra el término tope como apelativo vivo en Lanzarote y Fuerteventura con el significado de 'pequeño saliente redondeado que tiene una montaña o loma de la costa'.


Tornajo // Tornajos:

Forma dialectal local de dornajo, depósito en forma de artesa, generalmente hecho de un tronco de árbol, que tanto servía de abrevadero para las bestias como para las tareas domésticas.


Torno:

El DDEC dice que torno es voz de origen portugués y que se usa en Canarias con el valor de 'tapón, espita de madera', especialmente usada en la piquera del lagar y de los toneles y en los desagües de las embarcaciones. No podemos precisar el sentido que tiene en la única vez que parece en la toponimia de Lanzarote: El Torno (TE 9.5).


Tosca // Toscas // Toscón // Toscones:

Toba, roca arenisca de naturaleza volcánica, formada por la acumulación de cenizas y otros elementos pétreos.


Triguera // Trigueras :

(Phalaris canariensis) Planta gramínea silvestre de Canarias, razón por la que los naturalistas la llaman grano de Canarias, y que produce el alpiste, el alimento preferido del pájaro canario.


Trillo:

Se usa en la toponimia de Lanzarote con la acepción de 'vereda, camino estrecho y hollado por el paso de personas y animales', al igual que en Cuba (allí como término muy común), procedente del port. trilho.


Tuneral :

Terreno poblado de tuneras (Opuntia ficus-indica).


Turma // Turna:

(Tuber albus) Hongo subterráneo comestible, de figura redondeada, sin raíces, negruzco por fuera y blanquecino o pardo por dentro, también llamado en Lanzarote papa cría. En el Hierro se le conoce con el nombre de criadilla. Aparece en el Diccionario de Historia Natural de Viera (1982b) con el nombre de criadilla de tierra.


Uvilla // Cuvilla // Uvillas :

(Zygophyllum fontanesii) Arbusto de base leñosa, propio de zonas costeras y salinas, que produce unos granos parecidos a las uvas, de donde le viene el nombre.


Vagada // Vagal:

Como términos variantes aparecen en la toponimia de Lanzarote para calificar una mancha (TE 6.133). El sentido que pueden tener en ese topónimo no es otro que el que corresponde etimológicamente a VACARE 'estar vacío', y por ajuste a la realidad nombrada el de ser una mancha 'despejada, rala en vegetación'; un verdadero arcaísmo, pues.


Valle // Malechuelos // Marichuelo // Valles // Vallichuelo // Vallito // Varichuelo // Varrichuelos :

En la toponimia de Lanzarote el término valle designa un tipo de accidente geográfico diferente al del resto de las islas, como se advierte claramente al comparar las realidades nombradas por Valle de la Orotava, en Tenerife, Valle del Golfo, en El Hierro, Valle de Aridane, en La Palma, o Valle de Telde, en Gran Canaria, que no son sino extensas laderas, y las nombradas por los distintos valles de Lanzarote, que siempre son 'depresiones del terreno', algo más cercano a lo que en el DRAE se dice que es valle. Y es digno de destacarse, además, la cantidad de Valles que hay en la toponimia de Lanzarote: más de 40, a los que hay que sumar los caracterizados por los diminutivos Varichuelo, Vallichuelo, Valichuelo, Marichuelo, Maleschuelo y otras variantes.

Así pues, valle es siempre una depresión del terreno, confundiéndose a veces con barranco, cuando éste es ancho y tiene el fondo más uniforme, como ocurre en la zona de Los Ajaches, sucediéndose allí Lomos y Valles, en vez de Barrancos.



Vega // Vegas // Vegueta // Veguetas :

Una vega en la toponimia de Lanzarote es siempre una zona de cultivo, como también lo son las hoyas y las cercas y cercados. Pero el nombre de las vegas designan siempre lugares de mayor extensión y que son, de manera general, de propiedad comunal, por eso en la toponimia aparecen especificadas con el nombre de una localidad: Vega de Haría, V. de Mosaga, V. Máguez, etc.

Lo que sí llama la atención es el gran número de vegas y de veguetas que tiene la toponimia de Lanzarote, la que más, sin duda, de todo el archipiélago, y eso porque su geografía es la que proporciona mayor número de terrenos con las características que al término vega le otorga el Diccionario de la lengua española: «parte de tierra baja, llana y fértil». Es exactamente lo que Torriani advirtió a finales del siglo XVI, aunque sin nombrar la palabra vega: «Esta isla -escribe- tiene pocos barrancos, y entre las montañas se extienden hermosísimas llanuras, en donde el depósito de las aguas llovedizas y de las cenizas de aquellos volcanes, da una cosecha abundante de trigo y cebada» (1978: 288). Tan abundantes eran las cosechas en los años de lluvias que Lanzarote exportaba granos al resto de las islas, convirtiéndose, junto con Fuerteventura, en «granero» de Canarias.



Verbena :

(Verbena officinalis) Planta herbácea, de la familia de las verbenáceas.


Veril:

Risco de piedra vertical o escalonado que cae al mar o que está en el fondo del mar. Equivalente al cantil del DRAE.


Villa :

En las denominadas «islas menores» de Canarias, se denomina La Villa a la capital de cada una de ellas; éstas son Valverde en El Hierro, San Sebastián en La Gomera, Santa Cruz (denominada interiormente «La Palma») en La Palma, Puerto del Rosario en Fuerteventura y Teguise en Lanzarote, ésta por haber sido la capital histórica de la isla, aunque ahora lo sea Arrecife. En estas islas ordinariamente no se las menciona por su nombre específico, sino sólo por el genérico La Villa, que adquiere la categoría de verdadero topónimo dentro de cada una de ellas.


Visadero // Misadero :

Mirador, lugar alto que ofrece una vista panorámica. Alterna con miradero y misadero.


Vista :

El sentido que tiene vista en la toponimia de Lanzarote es el de 'mirador, lugar alto desde el que se ofrece una vista panorámica', en donde, por cierto, es el término más usado para esa referencia.


Volcán :

Curiosamente, siendo las Islas Canarias un territorio totalmente volcánico, el término volcán es extraño como topónimo aunque no como apelativo. La razón es obvia: la voz entra en el castellano muy tardíamente, a partir del siglo XVII, primero en la literatura y mucho más tarde en el habla popular, a partir del port. vulcâo, que en esa lengua se formó figuradamente sobre el lat. Vulcanus 'dios del fuego' (Corominas y Pascual: DCECH). Así que con razón volcán sólo puede estar aplicado en la toponimia de Canarias a aquellos «volcanes» surgidos después del siglo XVIII.

A su vez, dos acepciones distintas tiene este término en la toponimia de Canarias, en general, y de Lanzarote, en particular: la más extendida de 'terreno cubierto de lava', como malpaís, y la más restringida de 'cono volcánico', como montaña, pero en ambos casos con la particularidad de haber sido fruto de una erupción reciente. Ejemplos del primer uso son el topónimo Volcán del Malpaís (HA 4.124), en que quedan en oposición volcán y malpaís, para designar justamente la erupción más reciente dentro de un mar de lavas antiguas, y los topónimos respectivos de Montaña y Volcán de Tahíche, que se refieren, respectivamente, al edificio volcánico en sí y al mar de lavas de él derramado. Como ejemplo del segundo uso está el topónimo Volcán Nuevo (TO 8.134), en la zona de Tinguatón, fruto de las últimas erupciones habidas en la isla en el siglo XIX.