| Cerro // Cerros: El término cerro es término extraño a la toponimia canaria, pues salvo en El Hierro y Lanzarote no aparece en ninguna otra isla. Sin embargo, sí se usa como apelativo en el español de Canarias, y con un sentido particular al que tiene en el español general. El DRAE lo define como 'elevación de tierra aislada y de menor altura que el monte o la montaña'; en Hispanoamérica, por el contrario, un cerro es siempre una gran montaña, una altura de enormes proporciones; y en Canarias es sólo la parte alta transitable de un lomo, de un monte, o de cualquier elevación: la parte alta, no toda la elevación. Y sin embargo, en la toponimia de Lanzarote hallamos dos casos en que cerro alterna como variante de montaña (Cerro de Tegoyo / Mña. de Tegoyo, TI 12.65, y Mña. el Mojón / Cerro del Mojón, YA 14.110), posiblemente porque en los dos casos la altura de esas elevaciones sea plana y transitable.
Montaña // Montañas // Montañeta // Montañetas : Una montaña en la toponimia de Lanzarote, como en el resto del archipiélago, y como en las hablas populares insulares, es la elevación resultante de una erupción volcánica, el «edificio» de una erupción, cada uno de los conos volcánicos, y no necesariamente una 'gran elevación del terreno' y menos un 'territorio cubierto y erizado de montes', como dice el Diccionario de la lengua española. Por eso a las mayores elevaciones de la isla, como conjunto, no se les llama montañas, sino «macizos» de Famara y Los Ajaches; y por eso tampoco hay en la toponimia lanzaroteña Montañas, en plural, porque la montaña es accidente individual, visualmente aislable (sólo admite el plural en Lanzarote el diminutivo Montañetas y, modernamente y en el ámbito turístico, a las Montañas del Fuego, por ser un conjunto de ellas).
Para el mismo significado de 'montaña' se usa a veces en la toponimia de Lanzarote los términos caldera, cerro y volcán, como se dice en su lugar correspondiente.
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