| Barranco // Barrancos // Barranquillo // Barranquillos // Barranquitos: El término prototípico de las depresiones en la toponimia de Canarias es el barranco, pero éste se caracteriza más por ser un hidrotopónimo, cauce natural de las aguas. No son muchos, en relación a los de las otras islas, los barrancos que aparecen en la toponimia de Lanzarote, y eso por la relativa «juventud» de la mayor parte de los suelos lanzaroteños, cosa que ya advirtió Torriani: «Esta isla tiene pocos barrancos», dijo (1978: 288). Y otro topónimo hay en Lanzarote que comparte con barranco esa realidad geomorfológica, valle, caracterizado por ser más 'depresión' que 'cauce del agua': es decir, cuando los barrancos se ensanchan y tienen el fondo más uniforme se llaman Valles, que es lo que ocurre, por ejemplo, en Los Ajaches, sucediéndose allí Lomos y Valles (en vez de Barrancos).
Madredelagua: Un único topónimo hay en Lanzarote que contiene este sintagma lexicalizado, Barranco Madredelagua (HA 10.84), que tiene en la toponimia canaria el significado de 'lugar de manantiales copiosos'. La forma madrelagua está registrada en el DCECH de Corominas y Pascual. La raíz etimológica es el lat. MATRICEM, que dio resultados léxicos diversos, relacionados todos con la hidronimia, como madriz o madrid (en el Reino de León siempre con el artículo femenino «la madrid», como reconoce el DVEG) y las formas mozárabes conservadas en el sur peninsular y en Canarias matriche y almatriche (Morala 1990: 228).
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