| Aljibe // Aljibes : Depósito para almacenar el agua de lluvia, subterráneo y cubierto. En Lanzarote es muy típico el aljibe que tienen todas las casas de campo. Aparte ellos, existen aljibes colectivos que se hicieron en todos los núcleos de población de la isla, hoy ya fuera de uso y muchos de ellos desaparecidos, y existen otros privados, dispersos por todo el campo lanzaroteño, que sirvieron para alguna forma de riego o de abastecimiento para personas y animales. Por ello su frecuencia en la toponimia insular.
De los que no da cuenta la toponimia es de los aljibes caseros, los que tuvieron todas las casas de la isla, que ante la ausencia de aguas subterráneas debían recoger y aprovechar hasta la última gota de la que caía del cielo. Por ello las casas estaban construidas de tal forma que toda la lluvia caída en su perímetro, y aun fuera de él, era conducida al aljibe situado generalmente debajo del patio de la casa o limítrofe a ella.
Islote // Islotes // Islotito: El término islote tiene en la toponimia de Lanzarote (y en su habla popular) dos referencias bien distintas: primero, la común de 'isla pequeña', que se da a las islas del archipiélago «chinijo» del norte, en su conjunto (y específicamente a las de Montaña Clara, Alegranza y Roque del Oeste), y a las otras «isletas» de la costa de Arrecife (Islote de las Aves, Islote de San Gabriel, Islote de Fermina) o de la costa de Tinajo (Islotito el Mariscadero y El Islotito); y segundo, la particular de Lanzarote, con referencia a un accidente del interior, de 'pequeño espacio de tierra cultivable rodeado totalmente de lavas volcánicas', como aplicación metafórica del sentido general primero a ese mínimo espacio de tierra útil.
Los topónimos con esta segunda acepción, que son muchos (unos 25), aparecen sólo en los municipios de Tinajo y Yaisa, y en las zonas cubiertas por las lavas del Timanfaya, por lo que hay que suponerlos (a ambos, a los accidentes como tales y a sus correspondientes topónimos) de creación moderna, posteriores a las erupciones de 1730-36. El complemento con que suelen designarse estos Islotes, constituido generalmente por antropónimos (Islote Cho Gregorio, I. Cho Capote, I. de Fermina, etc.), denotan la vinculación a una propiedad. El más famoso de ellos es el Islote Hilario, en el mismo centro del Parque Nacional de Timanfaya, sobre el que se cuenta la leyenda de que en él existía una higuera frondosa pero sin fruto, «porque nunca puede salir fruto del fuego».
El término islote con este segundo sentido ha sobrepasado los límites de Lanzarote y se ha instalado también como topónimo en la isla vecina de Lobos (Islote de Barreto e Islote de la Cárcel), y hasta en la parte más cercana de Fuerteventura, en el mun. de La Oliva (Islote Rodrigo, Islote Redondo, etc.).
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