| Montaña // Montañas // Montañeta // Montañetas : Una montaña en la toponimia de Lanzarote, como en el resto del archipiélago, y como en las hablas populares insulares, es la elevación resultante de una erupción volcánica, el «edificio» de una erupción, cada uno de los conos volcánicos, y no necesariamente una 'gran elevación del terreno' y menos un 'territorio cubierto y erizado de montes', como dice el Diccionario de la lengua española. Por eso a las mayores elevaciones de la isla, como conjunto, no se les llama montañas, sino «macizos» de Famara y Los Ajaches; y por eso tampoco hay en la toponimia lanzaroteña Montañas, en plural, porque la montaña es accidente individual, visualmente aislable (sólo admite el plural en Lanzarote el diminutivo Montañetas y, modernamente y en el ámbito turístico, a las Montañas del Fuego, por ser un conjunto de ellas).
Para el mismo significado de 'montaña' se usa a veces en la toponimia de Lanzarote los términos caldera, cerro y volcán, como se dice en su lugar correspondiente.
Volcán : Curiosamente, siendo las Islas Canarias un territorio totalmente volcánico, el término volcán es extraño como topónimo aunque no como apelativo. La razón es obvia: la voz entra en el castellano muy tardíamente, a partir del siglo XVII, primero en la literatura y mucho más tarde en el habla popular, a partir del port. vulcâo, que en esa lengua se formó figuradamente sobre el lat. Vulcanus 'dios del fuego' (Corominas y Pascual: DCECH). Así que con razón volcán sólo puede estar aplicado en la toponimia de Canarias a aquellos «volcanes» surgidos después del siglo XVIII.
A su vez, dos acepciones distintas tiene este término en la toponimia de Canarias, en general, y de Lanzarote, en particular: la más extendida de 'terreno cubierto de lava', como malpaís, y la más restringida de 'cono volcánico', como montaña, pero en ambos casos con la particularidad de haber sido fruto de una erupción reciente. Ejemplos del primer uso son el topónimo Volcán del Malpaís (HA 4.124), en que quedan en oposición volcán y malpaís, para designar justamente la erupción más reciente dentro de un mar de lavas antiguas, y los topónimos respectivos de Montaña y Volcán de Tahíche, que se refieren, respectivamente, al edificio volcánico en sí y al mar de lavas de él derramado. Como ejemplo del segundo uso está el topónimo Volcán Nuevo (TO 8.134), en la zona de Tinguatón, fruto de las últimas erupciones habidas en la isla en el siglo XIX.
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