Punta Mujeres es hoy un pueblecito de la costa este del municipio de Haría, al norte de Arrieta, que está tiendo un desarrollo acelerado en los últimos años. El poblado como tal se ha ido configurando paulatinamente desde que a principios del siglo XX se establecieron allí un par de familias que se dedicaron ocasionalmente a cultivar unas parcelas de tierra y a la pesca. En la década de los 30 experimentó un incremento poblacional al construirse en su costa unas salinas que tuvieron su cierta importancia. Finalmente, el atractivo de la costa y del mar es el que ha hecho que lo que fue pueblito haya crecido en la forma que antes dijimos con nuevas familias de los pueblos del interior de la isla y sobre todo de Arrecife.
Eso en cuanto a la población, pero antes de ella el topónimo hacía referencia al accidente de la punta de tierra bien marcada que se adentra en el mar, y como tal aparece en el mapa que Torriani dibujó de la isla hacia finales del siglo XVI, con la singularidad de que esa Punta de Mujeres dibujada por Torriani constituía el punto más al noreste de la isla de Lanzarote, cosa que no es cierta.
No sabemos cuál haya podido ser el motivo del nombre del topónimo, pero deberá haber estar vinculado a algún suceso local, histórico o legendario. Por otra parte, la presencia del término Mujeres es bastante común en las respectivas toponimias insulares canarias. En el mismo Lanzarote hay una Playa Mujeres en la zona de Papagayo, en el municipio de Yaisa.
Agustín Pallarés ha propuesto como motivo del topónimo Punta Mujeres el siguiente suceso histórico: El 14 de enero de 1537 zarparon de San Lúcar de Barrameda unas naves españolas con destino al Nuevo Mundo, pero cuando la flota se encontraba en aguas de Lanzarote fueron abordadas por unos buques de guerra franceses que raptaron a las mujeres y las retuvieron durante unos días, hasta que decidieron abandonarlas completamente desnudas por esta zona litoral de la isla, entonces completamente desierta. La conmoción que este suceso -dice Pallarés- sería motivo suficiente como para que el lugar tomara desde entonces el nombre de las infortunadas mujeres.
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