| Los pozos existentes en la zona del Rubicón pueden considerarse como ejemplos de un sistema mixto de almacenamiento y de extracción de las aguas de lluvia, las únicas de la región, pues según el estudio que de ellos han hecho Tejera y Aznar (1989: 42-43), se basan en el sistema de eres que usaron los aborígenes de varias islas, entre ellos los de Lanzarote: primero, la filtración de las aguas se detenía al llegar a la roca base, cuya naturaleza impermeable permitía su depósito; segundo, la extracción se desarrollaba por el sistema de eres, se retiraba la arena de la superficie y entonces fluía el agua. Todos los pozos de San Marcial del Rubicón tienen este sistema, y por eso en la documentación antigua se especifica «con su entrada y su salida», lo que indica que los normandos que los hicieron debieron conocer el sistema de los aborígenes y lo aplicaron a sus pozos.
Especial importancia histórica tienen estos pozos del Rubicón, por cuanto fueron las primeras construcciones europeas realizadas en el archipiélago (con la salvedad del legendario castillo de Lanceloto), alguno de los cuales sigue en funcionamiento. No se ponen de acuerdo, sin embargo, en cuanto al número y nombre de los pozos en El Rubicón, ni los documentos escritos ni las excavaciones realizadas ni la tradición oral. Según Tejera y Aznar (1989: 42), que hicieron excavaciones en la zona, los normandos hicieron cuatro pozos: los llamados de San Marcial (al pie del castillo), de la Cruz (por la misma vertical de la cruz en la colina de la iglesia, el que tiene los grabados con la diosa Tanit), de la Pila (por tener una pileta junto al brocal, también llamado Nuevo) y de las Cabras (que es el de uso más continuado, pero que no aparece en el corpus de Alvar). De esos cuatro, sólo los dos primeros han sido excavados modernamente. Según información oral recogida por nosotros hay uno al que se le llama de los Escalones, que debe ser el primero de ellos, por tener escalones de acceso. Sin embargo, la documentación histórica de Lanzarote del siglo XVIII (Bruquetas 1999: tesis doctoral, inédita, 257-258) habla de tres pozos «de San Marcial»: el primero es un pozo grande, «abierto, de bóveda antigua, con su pila»; el segundo otro pozo más arriba de éste, «que también fue pozo abierto»; y el Pozo de Marcos Luzardo, «que es más arriba de estos». Y sigue: «A estos pozos les pertenece las entradas y salidas y la vaquería y cabronada del pueblo y las demás alimañas que del pueblo antiguamente suelen gozar las dichas aguas». Y, aparte, de otros dos pozos «de El Rubicón»: el Pozo de Benenso, «que fue pozo abierto con la entrada y la salida, de antigüedad usada y guardada», y el Pozo de Asoge, «pozo viejo que fue abierto junto al mar».
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