• | Comentario: |
| Son varias las atalayas que se registran en la toponimia de Lanzarote, aunque incomparablemente menos de las naturales atalayas que la isla tiene, pues cualquier montaña se convierte en un mirador desde el que se divisa un amplio espacio. Pero la mayor y más famosa atalaya de Lanzarote es, sin duda, la que se alza sobre el pueblo de Femés, a una altura de 608 m, el tercer punto más alto de la isla, después de Las Peñas del Chache y La Corona, y desde el que se divisa prácticamente toda la isla, pero sobre todo el panorama sobre el que domina: la región del Rubicón, extendiéndose a la isla de Lobos y todo el noroeste de Fuerteventura.
El nombre le viene de haber servido en tiempos pasados de verdadera atalaya desde la que divisar los barcos sospechosos de piratería, a la que estuvo sometida con tanta frecuencia la isla durante los siglos XVII y XVIII. Modernamente esta cima ha servido para la instalación de múltiples antenas de comunicaciones. Y en ella sirvió como técnico durante años el novelista canario Rafael Arozarena, quien en la soledad prolongada de su oficio y ante el panorama alucinado que se le presentaba de continuo ideó la no menos alucinante novela Mararía, según él mismo confesaba.
|