Investigaciones filológicas de canarias Fundación César Manrique Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
 
Barranco la Mareta
 

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 Municipio:  Alegranza
Identificación Territorial: Cauce de agua
Clasificación Descriptiva: Hidrotoponimia
Naturales

Cauce de agua
  Glosario:
 

Barranco // Barrancos // Barranquillo // Barranquillos // Barranquitos: El término prototípico de las depresiones en la toponimia de Canarias es el barranco, pero éste se caracteriza más por ser un hidrotopónimo, cauce natural de las aguas. No son muchos, en relación a los de las otras islas, los barrancos que aparecen en la toponimia de Lanzarote, y eso por la relativa «juventud» de la mayor parte de los suelos lanzaroteños, cosa que ya advirtió Torriani: «Esta isla tiene pocos barrancos», dijo (1978: 288). Y otro topónimo hay en Lanzarote que comparte con barranco esa realidad geomorfológica, valle, caracterizado por ser más 'depresión' que 'cauce del agua': es decir, cuando los barrancos se ensanchan y tienen el fondo más uniforme se llaman Valles, que es lo que ocurre, por ejemplo, en Los Ajaches, sucediéndose allí Lomos y Valles (en vez de Barrancos).


Mareta // Maretas // Mareteja // Maretejas : Una mareta es un depósito de agua que se acondiciona en el cauce de un barranco o en hondonadas a donde discurren las aguas de lluvia, que se usarán para el consumo humano y el de los animales. Las maretas no son exclusivas de Lanzarote, pero no resultaría descabellado pensar que allí nacieran y que desde allí se extendieran luego al resto de las islas, y tampoco que la idea y la manera de construirlas fuera de origen guanche (Cabrera Pérez et alii 1999: 115). Desde luego llamó extraordinariamente la atención a los primeros historiadores de la isla. Abreu Galindo, a fines del siglo XVI, dice respecto al agua, «que no hay otra sino la que llueve, la cual recogen en maretas o charcos grandes hechos a mano, de piedras» (1977: 58). Y el Padre Sosa, siglo y medio más tarde, en 1678, se refiere a las maretas de Lanzarote, «que son unos hoyos muy grandes en donde la conservan de uno a otro invierno y es agua muy saludable» (1994: 46). Y ya en el último tercio del siglo XVIII insiste Viera en que «la escasez de fuentes ha obligado a los habitantes de Lanzarote a recoger las lluvias en aquella gran mareta que tienen junto a la villa capital, y en muchas cisternas y norias» (1982b: v. Fuente).

La palabra mareta está en la toponimia de todas las islas, excepto en La Gomera, y con la particularidad de que en La Palma designa los charcos de las costas que servían para endulzar los chochos. El DHEC de Corrales y Corbella lo considera simple canarismo a partir de mar + el sufijo eta; el DHEHC de Morera, sin embargo, lo considera galicismo traído por los conquistadores normandos, y se basa para ello en ser precisamente Lanzarote y Fuerteventura las islas en que el término mareta se asentó primeramente, siendo estas dos islas justamente las primeras conquistadas por los normandos. Sea uno u otro su origen, el término mareta y su significado se configuraron en las hablas de Canarias al margen del significado que tiene en el español estándar de 'movimiento de las olas del mar cuando empiezan a levantarse, o bien a sosegarse después de agitación violenta'.