Investigaciones filológicas de canarias Fundación César Manrique Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
 
Valle de Femés
 

2898 de 3033 
 Municipio:  Yaisa
Identificación Territorial: Depresión
Clasificación Descriptiva: Morfotoponimia
Relieve interior

Depresión
  Comentario:
 

El topónimo Femés es de origen guanche, pero de registro bastante tardío. No lo hallamos citado en ningún documento anterior a las erupciones del Timanfaya (1730 a 1736), y es sólo a partir de los informes que el Obispo Dávila manda hacen de los lugares afectados por estas erupciones que aparece el nombre (como Femés, y como Femez) como lugar habitado, sin especificar el número de vecinos, e igualmente otro pequeño núcleo con él relacionado denominado Casitas (de Femés). Unos años más tarde, Antonio Riviere (1741) cita a Femés en varios contextos y por varios motivos: como «lugar de Jaisa» y como lugar en que cada día se situaba una de los varios «atalayas» que distribuidos por toda la isla servían para dar la alarma ante el avistamiento de barcos sospechosos de piratería: el «atalaya» de Femés -dice Riviere- se situaba en su montaña, «la más alta» de la isla, que dominaba «la costa de Janubio, Montaña Roja y el puerto de arrecife». Y, en efecto, la hoy llamada Atalaya de Femés es el punto más alto de toda la zona sur y el segundo de toda la isla, con 608 m.


Son referencias sin duda muy tardías, pues el lugar debió ser de los primeramente poblados tras la conquista, como demuestra el hecho de que disponga de la iglesia más antigua de la isla y que ésta bajo la advocación de San Marcial, el mismo a quien los normandos dedicaron el castillo, la ermita y el poblado que levantaron recién llegados en la costa de Las Coloradas.


Femés fue cabecera de municipio hasta 1950, en que éste pasó a Yaisa. De ahí que en la cartografía militar utilizada por Alvar en su recolección toponímica de 1970 se asignen al «municipio de Femés» multitud de topónimos registrados.


Un hecho literario moderno ha sido, sin embargo, el causante de que el nombre de Femés haya traspasado el conocimiento local e insular, y éste fue la novela Mararía de Rafael Arozarena, publicada en 1973, que ubica en Femés la acción principal de su fábula. Como la novela es una de las mejores que se han escrito en Canarias en la segunda mitad del siglo XX, ha tenido una enorme divulgación, y con ella el nombre de Femés. Y más cuando la novela ha pasado al cine y ha llegado a conocimiento de muchas más gentes.


Por lo demás, el lugar de Femés ha estado siempre «apartado» de todo, en el extremo de un valle cuyas comunicaciones terminaban justamente en él, de ahí el aislamiento extremo en que siempre ha vivido. Ello se ha acabado muy recientemente, con la apertura de una carretera que enlaza el resto de la isla con la zona del Rubicón y de la costa de Las Coloradas y que pasa justamente por Femés atravesando la degollada del lugar.


Sobre el topónimo Femés, de indudable origen guanche, poco se ha podido decir, resumiendo Wölfel (1996: V, 532) que no encuentra para él paralelos en el dominio del bereber. Pero Sosa Barroso (2001: 141), en una interpretación disparatada, dice que procede de la expresión latina Fides mihi est > fede me est > fe me es > Femés, que fue lo que dijeron los 80 aborígenes de Lanzarote al tiempo de ser bautizados por los capellanes de Bethencourt.

  Glosario:
 

Valle // Malechuelos // Marichuelo // Valles // Vallichuelo // Vallito // Varichuelo // Varrichuelos : En la toponimia de Lanzarote el término valle designa un tipo de accidente geográfico diferente al del resto de las islas, como se advierte claramente al comparar las realidades nombradas por Valle de la Orotava, en Tenerife, Valle del Golfo, en El Hierro, Valle de Aridane, en La Palma, o Valle de Telde, en Gran Canaria, que no son sino extensas laderas, y las nombradas por los distintos valles de Lanzarote, que siempre son 'depresiones del terreno', algo más cercano a lo que en el DRAE se dice que es valle. Y es digno de destacarse, además, la cantidad de Valles que hay en la toponimia de Lanzarote: más de 40, a los que hay que sumar los caracterizados por los diminutivos Varichuelo, Vallichuelo, Valichuelo, Marichuelo, Maleschuelo y otras variantes.

Así pues, valle es siempre una depresión del terreno, confundiéndose a veces con barranco, cuando éste es ancho y tiene el fondo más uniforme, como ocurre en la zona de Los Ajaches, sucediéndose allí Lomos y Valles, en vez de Barrancos.



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