Investigaciones filológicas de canarias Fundación César Manrique Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
 
Valle de Haría
 

2902 de 3033 
 Municipio:  Haría
Identificación Territorial: Depresión
Clasificación Descriptiva: Morfotoponimia
Relieve interior

Depresión
  Comentario:
 

El topónimo Haría da nombre al municipio más septentrional de la isla de Lanzarote, y por ello también a una población capital del municipio y a otros muchos accidentes encuadrados en su demarcación. El origen guanche del término lo han dado por descontado todos los que se han preocupado de estas cuestiones, sin excepción. Sin embargo, debemos preguntarnos por su escritura, pues si, en efecto, es de origen guanche, no tiene por qué la h- con que se escribe ahora y con que se ha escrito casi siempre. En cuanto a la cartografía, desde el primer mapa en que aparece recogido, el de Torriani (1590), así está escrito, tanto por la referencia al pueblo (Haria) como a la Cala de Haria en la costa próxima, en los dos casos sin acento. Y así en todos los demás: Brihuela/Cosala (de 1635), con acento, P.A. del Castillo (1686), sin acento, Riviere (1741), con acento, etc. Sólo en la obra cartográfica de este último lo encontramos escrito también Aría, sin h. Y también con una y griega: Arya.


Esta diversidad en la escritura del topónimo por parte de Antonio Riviere no es extraña, pues es norma en este cartógrafo que escriba los nombres de manera muy cercana a como los ha oído. No es descabellada la escritura de Riviere, pues si el topónimo es guanche no tiene por qué escribirse con h-, siendo ésta muda en el español. Otra cosa es que en la pronunciación original del topónimo existiera una velar inicial o una aspiración. Y sobre esto sí existe algún indicio. A los oriundos de Haría se les llama jarianos, e incluso hay un accidente en la costa de Órsola denominado hasta la actualidad como Baja de Jaría. Esto sí puede explicar -y justificar- la h- del topónimo Haría, pero no por lo que dice Sosa Barroso (2001: 52), de que Haría proceda del latín farina, evolucionado al español harina, y de él al Haría de Lanzarote, lo que es una interpretación disparatada, sino porque en la lengua de los aborígenes que se traspasó al castellano hubiera un sonido que quiso con una h-, que si ahora es muda del todo, puede que no lo fuera en tiempos pasados. Casos parecidos a éste, serían los topónimos también lanzaroteños de Tahíche y Tahoyo que pueden tener su explicación particular por causas similares a las de Haría.


Históricamente, Haría ha sido una de las tres principales demarcaciones en que se dividió la isla, junto a la Villa de Teguise y Yaisa, pues de hecho son ellas las tres únicas poblaciones que tenían iglesia y curato en el siglo XVIII, como consta en los informes que de la isla se hacen después de las erupciones de Timanfaya.


Hasta hoy, no se han desarrollado en el mun. de Haría las urbanizaciones turísticas multitudinarias con que cuentan otros municipios de la isla, como Teguise, Tías y Yaisa. Pero su riqueza natural y paisajística hizo que César Manrique desarrollara dentro de su demarcación varios de los más atractivos puntos de visita para el turista, como son el Mirador del Río, desde el que se divisa La Graciosa y el resto de los Islotes, la Cueva de los Verdes y los Jameos del Agua.

  Glosario:
 

Valle // Malechuelos // Marichuelo // Valles // Vallichuelo // Vallito // Varichuelo // Varrichuelos : En la toponimia de Lanzarote el término valle designa un tipo de accidente geográfico diferente al del resto de las islas, como se advierte claramente al comparar las realidades nombradas por Valle de la Orotava, en Tenerife, Valle del Golfo, en El Hierro, Valle de Aridane, en La Palma, o Valle de Telde, en Gran Canaria, que no son sino extensas laderas, y las nombradas por los distintos valles de Lanzarote, que siempre son 'depresiones del terreno', algo más cercano a lo que en el DRAE se dice que es valle. Y es digno de destacarse, además, la cantidad de Valles que hay en la toponimia de Lanzarote: más de 40, a los que hay que sumar los caracterizados por los diminutivos Varichuelo, Vallichuelo, Valichuelo, Marichuelo, Maleschuelo y otras variantes.

Así pues, valle es siempre una depresión del terreno, confundiéndose a veces con barranco, cuando éste es ancho y tiene el fondo más uniforme, como ocurre en la zona de Los Ajaches, sucediéndose allí Lomos y Valles, en vez de Barrancos.



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