| Barranco // Barrancos // Barranquillo // Barranquillos // Barranquitos: El término prototípico de las depresiones en la toponimia de Canarias es el barranco, pero éste se caracteriza más por ser un hidrotopónimo, cauce natural de las aguas. No son muchos, en relación a los de las otras islas, los barrancos que aparecen en la toponimia de Lanzarote, y eso por la relativa «juventud» de la mayor parte de los suelos lanzaroteños, cosa que ya advirtió Torriani: «Esta isla tiene pocos barrancos», dijo (1978: 288). Y otro topónimo hay en Lanzarote que comparte con barranco esa realidad geomorfológica, valle, caracterizado por ser más 'depresión' que 'cauce del agua': es decir, cuando los barrancos se ensanchan y tienen el fondo más uniforme se llaman Valles, que es lo que ocurre, por ejemplo, en Los Ajaches, sucediéndose allí Lomos y Valles (en vez de Barrancos).
Risco // Riscadero // Riscos // Risquetes : Ya advertíamos en nuestro Diccionario de toponimia canaria (Trapero 1999: s.v.) que el término risco servía en Canarias para una multitud de referencias distintas: a la más genérica de 'vertiente alta y escarpada', le siguen unas veces el de una elevación en su conjunto y otras una fuga escarpada (en La Palma se confunde con Time y en El Hierro con Letime); unas veces a la ladera abrupta del interior y otras al acantilado que cae al mar; unas a un tipo de terreno pedregoso (de «piedra viva») e impracticable y otras a los barrios altos que rodean la ciudad (como en Las Palmas de Gran Canaria). En la toponimia de Lanzarote, además, a determinados lajiares de la costa, como Riscos los Sables (HA 4.95).
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