Investigaciones filológicas de canarias Fundación César Manrique Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
 
Caletilla de Juan Mosegue
 

498 de 3033 
 Municipio:  Alegranza
Identificación Territorial: Costa baja
Clasificación Descriptiva: Morfotoponimia
Relieve litoral

Costa baja
  Comentario:
 

Mosegue es término que queda vivo en la toponimia de tres islas del archipiélago: Lanzarote, Fuerteventura y La Palma. Además, en Lanzarote pervive como apellido con tres variantes: Mosegue, Moséguez y Moseque, siendo en este uso uno de los pocos apellidos de origen guanche casi indudable.


En la toponimia de Lanzarote aparece en tres lugares: el primero, con el simple topónimo de Mosegue, es un llano situado al norte de Puerto del Carmen y los otros dos están en zona de costa al noreste del islote de Alegranza: uno de ellos con el simple nombre de Mosegue aplicado a una punta, a un jameo y a un morro, y el otro con el claro antropónimo de Juan Mosegue aplicado a una punta y a una caletilla.


Que la voz Mosegue es de origen guanche no nos plantea dudas, pero sí su origen bien sea como antropónimo o como topónimo, aunque todo apunta a que del antropónimo pasó a la toponimia. En la documentación histórica de Lanzarote encontramos a un tal Marcos Mosegue con la condición de cautivo, en un documento de 1618 del escribano Salvador de Quintana Castrillo (Bello Jiménez y Sánchez González: 2003, doc. 62); y unos años más tarde, en 1629, en otro documento del Cabildo de Lanzarote, aparece un tal Juan Rodríguez Moseque vecino de Teguise a quien se le adjudica la limpieza de la mareta de la Villa (Bruquetas 1997: doc. 35). En la actualidad, como dijimos, el apellido pervive en Lanzarote bajo las tres variantes Mosegue, Moseque y Moséguez, las dos primeros por alternancia de sonora/sorda y la tercera acomodada ya a la forma prototípica de los patronímicos españoles, en analogía con Rodríguez, González, Domínguez, etc.

  Glosario:
 

Caleta // Caletas // Caletilla // Caletita // Caletitas: Entrante costero, no muy grande y de poco fondo que acaba en un extremo estrecho con callaos o arena; si el extremo es ancho es playa. No necesariamente tiene que ser abrigado o propicio para los barcos. Y es a partir de él que se desarrollan, a su vez, los diminutivos (Caletilla y Caletita) y aumentativos (Caletón y Caletoncita) que se registran en la toponimia.

Es diminutivo lexicalizado de cala, término que no existe en las denominaciones populares de Lanzarote (si aparece en algún mapa es por imposición foránea y erudita).