| Muelle: El término muelle, aplicado en la geografía insular al 'dique principal en los puertos de mar', es un neologismo de incorporación tardía, procedente del cat. moll (tomado del lat. MOLES 'dique'), al que conviene la larga definición del DRAE: «obra de piedra, hierro o madera, construida en dirección conveniente en la orilla del mar o de algún río navegable, y que sirve para facilitar el embarque y desembarque de cosas y personas e incluso, a veces, para abrigo de las embarcaciones». En el lenguaje tradicional de las Islas, y en su toponimia, para esa referencia se usaban más los términos embarcadero y atracadero. Hoy, con la construcción de los modernos puertos en todas las Islas, se ha impuesto el término muelle al referirse al de la capital de cada una de ellas; así, Muelle de los Mármoles en Arrecife de Lanzarote.
Sal // Salada // Saladar // Salado // Salina // Salinas // Salinero: Todos estos términos (y otros de ellos derivados) aparecen en la toponimia de Lanzarote y están relacionados con la sal, aunque de muy distinta manera. Unos con la presencia directa de ese mineral (Morro de la Sal, Barranco Salinero) o con la explotación de las numerosas «salinas» que Lanzarote ha tenido desde los tiempos más antiguos, otros con el sabor salado o salobre de algunos de sus escasos manantiales (Fuente Salada, Fuentes de Agua Salobre), otros con un tipo de terrenos esterilizados por abundar en él las sales (caso del topónimo Saladar) y otros, en fin, con la presencia de una planta, el salado, que es un arbustillo endémico de las islas orientales, especialmente abundante en las zonas costeras.
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