Investigaciones filológicas de canarias Fundación César Manrique Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
 
Vega de Tías
 

2961 de 3033 
 Municipio:  Tías
Identificación Territorial: Ámbito o elemento de cultivo
Clasificación Descriptiva: Poblamiento y explotación del territorio
Actividad agropecuaria

Ámbito o elemento de cultivo
  Comentario:
 

El origen y etimología de Tías es problemático. Parece ser que este poblado surgió para reubicar a los desplazados por las erupciones del Timanfaya de 1730. Lo encontramos citado por vez primera en el mapa que Antonio Riviere hizo en 1741 (aunque no en la relación de «lugares» [= poblados] que este mismo autor hace en los comentarios). Y unos años antes, en 1736, se cita en un acta notarial, relacionándolo con la construcción de la ermita de La Candelaria, sin especificar entonces cuál fuera su número de habitantes. Sin embargo, el escritor local Agustín de la Hoz asegura que el lugar de Tías se fundó a finales del siglo XV como una concesión del Gobernador de Gran Canaria, don Alonso Fajardo, a unas tías suyas, razón por la que terminó llamándose Tías de Fajardo. Esta propuesta ha sido criticada por Agustín Pallarés, y con razón, pues aparte de no aportar de la Hoz ninguna fuente histórica documental, extraña el silencio total que tal nombre y lugar tienen en la documentación anterior al siglo XVIII y, desde entonces, sólo con el nombre de Tías y no otro. De ahí que la etimología de tal topónimo se haya buscado tanto en el apelativo castellano como en el guanche (Wölfel 1996: II, # 598).


En contra de estas dos hipótesis etimológicas, aparece la opinión de Sosa Barroso (2001), queriendo ser más original que nadie, y diciendo que el topónimo Tías no es ni aborigen ni procede de las «tías de Fajardo», sino simple aplicación del término común del castellano tía.

  Glosario:
 

Vega // Vegas // Vegueta // Veguetas : Una vega en la toponimia de Lanzarote es siempre una zona de cultivo, como también lo son las hoyas y las cercas y cercados. Pero el nombre de las vegas designan siempre lugares de mayor extensión y que son, de manera general, de propiedad comunal, por eso en la toponimia aparecen especificadas con el nombre de una localidad: Vega de Haría, V. de Mosaga, V. Máguez, etc.

Lo que sí llama la atención es el gran número de vegas y de veguetas que tiene la toponimia de Lanzarote, la que más, sin duda, de todo el archipiélago, y eso porque su geografía es la que proporciona mayor número de terrenos con las características que al término vega le otorga el Diccionario de la lengua española: «parte de tierra baja, llana y fértil». Es exactamente lo que Torriani advirtió a finales del siglo XVI, aunque sin nombrar la palabra vega: «Esta isla -escribe- tiene pocos barrancos, y entre las montañas se extienden hermosísimas llanuras, en donde el depósito de las aguas llovedizas y de las cenizas de aquellos volcanes, da una cosecha abundante de trigo y cebada» (1978: 288). Tan abundantes eran las cosechas en los años de lluvias que Lanzarote exportaba granos al resto de las islas, convirtiéndose, junto con Fuerteventura, en «granero» de Canarias.