Investigaciones filológicas de canarias Fundación César Manrique Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
 
Jameo, El
 

1474 de 3033 
 Variante 1: Jameo Mosegue
 Municipio:  Alegranza
Identificación Territorial: Cavidad, grieta u oquedad
Clasificación Descriptiva: Morfotoponimia
Morfologías singulares de interior

Cavidad, grieta u oquedad
  Comentario:
 

Mosegue es término que queda vivo en la toponimia de tres islas del archipiélago: Lanzarote, Fuerteventura y La Palma. Además, en Lanzarote pervive como apellido con tres variantes: Mosegue, Moséguez y Moseque, siendo en este uso uno de los pocos apellidos de origen guanche casi indudable.


En la toponimia de Lanzarote aparece en tres lugares: el primero, con el simple topónimo de Mosegue, es un llano situado al norte de Puerto del Carmen y los otros dos están en zona de costa al noreste del islote de Alegranza: uno de ellos con el simple nombre de Mosegue aplicado a una punta, a un jameo y a un morro, y el otro con el claro antropónimo de Juan Mosegue aplicado a una punta y a una caletilla.


Que la voz Mosegue es de origen guanche no nos plantea dudas, pero sí su origen bien sea como antropónimo o como topónimo, aunque todo apunta a que del antropónimo pasó a la toponimia. En la documentación histórica de Lanzarote encontramos a un tal Marcos Mosegue con la condición de cautivo, en un documento de 1618 del escribano Salvador de Quintana Castrillo (Bello Jiménez y Sánchez González: 2003, doc. 62); y unos años más tarde, en 1629, en otro documento del Cabildo de Lanzarote, aparece un tal Juan Rodríguez Moseque vecino de Teguise a quien se le adjudica la limpieza de la mareta de la Villa (Bruquetas 1997: doc. 35). En la actualidad, como dijimos, el apellido pervive en Lanzarote bajo las tres variantes Mosegue, Moseque y Moséguez, las dos primeros por alternancia de sonora/sorda y la tercera acomodada ya a la forma prototípica de los patronímicos españoles, en analogía con Rodríguez, González, Domínguez, etc.

  Glosario:
 

Jameo // Jameos : Jameo es un guanchismo exclusivo de Lanzarote, vivo en el habla popular y con presencia abundante en su toponimia, incluso en el islote de Alegranza. Justamente por su uso como apelativo, su significado es bien conocido. Tres acepciones le atribuye Torres Stinga (1995: 281) sobre el habla popular de Lanzarote: «cueva volcánica hundida», «tubo volcánico» y «hoyo hecho en la lava para plantar un árbol frutal», pero el verdadero significado es el de 'agujero que se produce como consecuencia del hundimiento del techo de un tubo volcánico', siendo indiferentes el tamaño y el aprovechamiento que de él se haga.

Una interpretación caprichosa y disparata da Sosa Barroso (2001: 74) al término jameo, diciendo que se llama así por el jemío que hace el viento en la cuevas.


Jameo se relaciona con cueva, pero un jameo, en todo caso, es sólo la parte de la cueva de la que se ha desprendido el techo, no el resto del tubo volcánico o cueva. Se diferencia de la cueva, porque el jameo siempre está descubierto. Y por ello puede ser lugar apropiado para plantar en él o higueras o parras. «Todo se esconde en Lanzarote -observó Verneau 1981: 116)-: los habitantes en sus casas, los coches en sus cocheras y los árboles en grandes agujeros». (Hay una estupenda y larga descripción de tan particular accidente en Hernández Pacheco 2002: 263-281).


Según descripción de Agustín Pallarés, 21 son los topónimos de Lanzarote que llevan el nombre de Jameo (aparte otros 3 que están en el islote de la Alegranza), todos ellos pertenecientes al tubo volcánico que baja desde La Corona y se adentra en el mar . Cada uno de ellos tiene su propio nombre, siendo los más nombrados la Cueva de los Verdes, a la que se entra precisamente por un jameo, y los Jameos del Agua ; pero también el Jameo de Puerta Falsa, en el extremo norte de la Cueva de los Verdes, porque por ella entraban y salían los lanzaroteños huyendo de los ataques piráticos y berberiscos en los siglos XVI, XVII y XVIII; Jameo Tacho, por metátesis de chato: 'más bajo que ancho'; Jameo Cumplido, por ser el más largo de todos; etc. Característica morfológica peculiar de este nombre es que en la toponimia aparece siempre en singular, Jameo, por ser precisamente accidente individual, excepto el nombrado Jameos del Agua, y eso porque éste está formado por tres jameos particulares: el Jameo Redondo, el Jameo Grande (o Jameo del Agua, propiamente dicho) y el Jameo Chico.


Un comentario añadido merece el nombre en relación con este último topónimo. Y es que en los folletos turísticos y explicaciones de los guías turísticos poco entendidos se dice que el nombre de Jameo se debe a los cangrejillos blancos, ciegos, que pueblan el lago que se ha formado en el fondo de la cueva (y de ahí lo del J. del Agua). Totalmente inexacto e inventado: los cangrejillos no tienen nombre conocido, si se le da el de jameos será por metonimia, y en todo caso será denominación moderna, no tradicional.