Investigaciones filológicas de canarias Fundación César Manrique Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
 
Jable de Tao, El
 

1436 de 3033 
 Municipio:  Teguise
Identificación Territorial: Composición del suelo
Clasificación Descriptiva: Percepción geográfica del terreno
Naturaleza del terreno

Composición del suelo
  Comentario:
 

Tao es un topónimo que aparece en las dos islas más orientales del archipiélago canario. En Lanzarote, Tao designa a una de sus poblaciones, ejemplo del pueblo tradicional del interior de la isla, en su puro centro y mitad, y dedicado a la agricultura de secano. En su parte este se extiende el llamado Jable de Tao, que no es sino una parte de El Jable por antonomasia de Lanzarote, el que atraviesa la isla de norte a sur, desde Famara a Guasimeta.


Madoz (1986: 194) da noticia en su Diccionario de mitad del siglo XIX del Tao diciendo que «antiguamente fue un pueblo bastante regular, aunque en el día apenas exista, pues el jable, los vientos y la escasez de lluvias han sido causa suficiente de su despoblación». No dice Madoz que en estas tierras de Tao existió una famosa mareta, de gran capacidad, de la que se tienen noticias desde comienzos del siglo XVII. Y tampoco dice que modernamente sus tierras han sido cubiertas de las protectoras arenas volcánicas llamadas localmente «rofe» y que se han logrado fértiles tierras de cultivo con productos de secano que ofrecen además una perspectiva multicolor, de múltiples tonos, cada tierra con un color característico.


Además, hay unas Peñas de Tao en el municipio de Haría, cercanas al Volcán de la Corona en su parte del este, y en pleno campo de sus malpaíses.


El nombre es antiguo, de origen guanche indudable, y por ello aparece en todos los registros históricos de la isla, aunque con grafías que a veces hacen difícil su identificación. Por ejemplo, Torriani escribió Iago; Briçuela, Taor; P.A. del Castillo, Tanos; y ya desde el siglo XVIII el Tao inequívoco que ha llegado hasta la actualidad.


Los nombres escritos en el mapa de Torriani merecen un comentario aquí, por cuanto afectan al topónimo que aquí tratamos: La primera edición que hizo Cioranescu en castellano de la Descripción de Torriani (1978) reproduce de manera muy borrosa los mapas de las islas. La edición que en 1999 hizo el Cabildo de Tenerife, a cargo también de Cioranescu, mejora mucho la calidad de reproducción de los mapas, pero aun así quedan sin poder leerse bien los siguientes nombres: Hay un Taiz o Iaiz (situado, en el mapa de Torriani, entre Famara y So) que interpretamos como Taiga; un Iago (entre Hainaguaden y Guime) que interpretamos como Tao, y otro muy próximo escrito Tiago que identificamos con el actual Tiagua; un Teguei o Tejuei (entre Iaiza y Güime) que interpretamos como Ajey, tal como hace también Wölfel (1996: 761).

  Glosario:
 

Jable // Jablillo // Jablito // Sable // Sables : Arena de la playa. Especialmente se aplica a la arena de tipo organológico, resultante de la fragmentación de conchas de moluscos y que al llegar a tierra se hacen volanderas, pudiendo penetrar a mucha distancia en el interior, como ocurre en las islas orientales de Canarias, formando grandes extensiones. En estos casos se llama jable al terreno cubierto por estas arenas. Procede del francés sable. En la toponimia de Lanzarote hay dos lugares en la costa de Órsola que conservan el nombre originario de sable (Risco los Sables, HA 4.95 y Bajo de los Sables, HA 4.78).

Dice Hernández Pacheco (2002: 55-59) que el jable es el resultado de la trituración de infinidad de conchas marinas y que al llegar a tierra se hacen volanderas. Dice también que al observarlo de cerca «no se ve entre los granos ni uno que presente el brillo vítreo del cuarzo, es una arena uniforme, fina, blanca mate, blanda, los granos mayores se parten fácilmente con la uña, sólo se distinguen entre los granillos blancos, algunos, en escaso número, de color negro, que sensiblemente son partículas de lava o de basalto del suelo de la isla» (ibid: 59). La corriente principal de jable que se forma en la isla de Lanzarote semeja un río de arena, en ciertos lugares con más de 5 kms. de ancho, que sale por la playa de Famara, por el NNE, y atraviesa la isla entera, de parte a parte, hasta desembocar de nuevo en la costa del Levante, por Guasimeta. El constante volar de estas arenas propició la desaparición de algunos poblados, como el de Fiquineo. Y naturalmente, esa zona no podría sino llamarse El Jable.