Investigaciones filológicas de canarias Fundación César Manrique Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
 
Caletón de las Cañadas las Maretas
 

515 de 3033 
 Municipio:  Yaisa
Identificación Territorial: Costa baja
Clasificación Descriptiva: Morfotoponimia
Relieve litoral

Costa baja
  Glosario:
 

Caletón // Caletoncita // Caletones : El caletón es un entrante de mar con paredes altas y verticales que carece del extremo estrecho de piedras o arena con que acaba la caleta. Es, por tanto, un aumentativo morfológico pero no semántico de caleta.


Cañada // Cañá // Cañadas : En la toponimia de Canarias cañada es equivalente a barranquillo o barranquera, pero en Lanzarote, además, puede adquirir, por metonimia, el sentido de pequeña superficie de tierra en las laderas de los barrancos, acondicionadas con paredes, para el cultivo; es lo que en otras islas de llama bancales. En estos casos la cañada es el conjunto de tierra y paredes. Se distingue del natero porque éste siempre está en el barranco.


Mareta // Maretas // Mareteja // Maretejas : Una mareta es un depósito de agua que se acondiciona en el cauce de un barranco o en hondonadas a donde discurren las aguas de lluvia, que se usarán para el consumo humano y el de los animales. Las maretas no son exclusivas de Lanzarote, pero no resultaría descabellado pensar que allí nacieran y que desde allí se extendieran luego al resto de las islas, y tampoco que la idea y la manera de construirlas fuera de origen guanche (Cabrera Pérez et alii 1999: 115). Desde luego llamó extraordinariamente la atención a los primeros historiadores de la isla. Abreu Galindo, a fines del siglo XVI, dice respecto al agua, «que no hay otra sino la que llueve, la cual recogen en maretas o charcos grandes hechos a mano, de piedras» (1977: 58). Y el Padre Sosa, siglo y medio más tarde, en 1678, se refiere a las maretas de Lanzarote, «que son unos hoyos muy grandes en donde la conservan de uno a otro invierno y es agua muy saludable» (1994: 46). Y ya en el último tercio del siglo XVIII insiste Viera en que «la escasez de fuentes ha obligado a los habitantes de Lanzarote a recoger las lluvias en aquella gran mareta que tienen junto a la villa capital, y en muchas cisternas y norias» (1982b: v. Fuente).

La palabra mareta está en la toponimia de todas las islas, excepto en La Gomera, y con la particularidad de que en La Palma designa los charcos de las costas que servían para endulzar los chochos. El DHEC de Corrales y Corbella lo considera simple canarismo a partir de mar + el sufijo eta; el DHEHC de Morera, sin embargo, lo considera galicismo traído por los conquistadores normandos, y se basa para ello en ser precisamente Lanzarote y Fuerteventura las islas en que el término mareta se asentó primeramente, siendo estas dos islas justamente las primeras conquistadas por los normandos. Sea uno u otro su origen, el término mareta y su significado se configuraron en las hablas de Canarias al margen del significado que tiene en el español estándar de 'movimiento de las olas del mar cuando empiezan a levantarse, o bien a sosegarse después de agitación violenta'.