Investigaciones filológicas de canarias Fundación César Manrique Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
 
Carretera de Soo a la Caleta
 

658 de 3033 
 Municipio:  Teguise
Identificación Territorial: Vía de comunicación
Clasificación Descriptiva: Comunicaciones
Terrestres

Vía de comunicación
  Comentario:
 

Soo es el nombre de una localidad de Lanzarote, bien conocida y situada en la parte del noroeste, perteneciente al municipio de Teguise. Además, en la parte sur de esta población se extiende su propia vega, que en la tradición oral local se pronuncia también como Vega de Son.


Hasta cinco entradas concede Madoz a este topónimo en su Diccionario geográfico (1986: 192), siempre escrito Soo: como «lugar» dependiente del ayunt. de Teguise; como «pago» de Lanzarote; como «mar de Soo» coincidente con el Bajamar de la isla «por cuya bravura y lo abundante en pescado y mariscos excelentes en tiempos de calma es de nombradía»; como «montaña de Soo» en cuyas faldas está el pueblecito de su nombre; y la «vega de Soo» de 3.000 fanegadas de tierra inundadas de jable. Y dos notas de tipo histórico se destacan sobre este lugar: la primera porque «este es uno de los puntos de la isla en que se conserva la raza árabe tostada», y la segunda porque el lugar fue antes muy productivo en barrilla y daba beneficios pingües, pero -dice Madoz- ha decaído su comercio «por haberle adulterado sus habitantes los primeros, y luego los de toda la isla», y concluye que esa es la causa principal de la miseria que se nota en Lanzarote. En efecto, es tradición popular que este pueblo se creó para dar asentamiento a los muchos moriscos que en los siglos XVI y XVII había en Lanzarote como consecuencia de las frecuentes capturas que los Señores de la isla efectuaban en el África fronteriza. Y se tiene también por seguro que fue en la Vega de Soo donde se empezó a cultivar la barrilla, hacia las décadas finales del siglo XVIII, extendido después a otros lugares de la isla, dando lugar a un boyante negocio que, sin embargo, no duró mucho.


Aparte estas novedosas noticias históricas, el nombre de Soo ha merecido comentarios varios referidos unos a la brevedad de su lexema y otros a esa extraña reiteración de la o final, ajena totalmente a la configuración morfológica del español. Podríamos por tanto concluir que el nombre conserva aún un rasgo fonético de la lengua de la que procede, el guanche. Porque, en efecto, lo que se pronuncia no es simplemente [so] sino algo distinto y más alargado, un sonido persistente desde el guanche que no sabríamos precisar, pero que sería velar, y que puede explicar la forma Soo y la variante Son que se ha desarrollado como variante en la tradición oral. Y esa extraña fonética es la que ha propiciado el que de las cinco citas que de este topónimo reúne Wölfel en sus Monumenta (1996: 1058) las cinco sean distintas: Só, Sò, Soó, Soo y Sóo. Esos son los reunidos por Wölfel, pero nosotros podemos citar más: Torriani (1978: 45), que es el primero en recoger este topónimo en su mapa de la isla, escribió So, lo mismo que después Briçuela Montaña de So (2000: s.p.) en el suyo; Mña. de Zo escribió P.A. del Castillo (1994: s.p.); Antonio Riviere manuscribió en su propio mapa (1997: 198-199) y en el texto, diciendo además que en la época de las erupciones del Timanfaya tenía 48 vecinos, lo que significa que era el lugar más poblado de la demarcación de la Villa, después de ella. Extraña que no aparezca Soo en la relación de «lugares y aldeas» que Viera y Clavijo ofrece de Lanzarote (1982a: I, 794), a no ser que se refieran a este lugar lo que Viera escribe como Soca de Arriba y Soca de Abajo, topónimo, por otra parte, inexistente en la actualidad. siguió escribiéndolo Chil y Naranjo (2006: 69) y So finalmente Bethencourt Alfonso (1991: 388).

  Glosario:
 

Caleta // Caletas // Caletilla // Caletita // Caletitas: Entrante costero, no muy grande y de poco fondo que acaba en un extremo estrecho con callaos o arena; si el extremo es ancho es playa. No necesariamente tiene que ser abrigado o propicio para los barcos. Y es a partir de él que se desarrollan, a su vez, los diminutivos (Caletilla y Caletita) y aumentativos (Caletón y Caletoncita) que se registran en la toponimia.

Es diminutivo lexicalizado de cala, término que no existe en las denominaciones populares de Lanzarote (si aparece en algún mapa es por imposición foránea y erudita).



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