Investigaciones filológicas de canarias Fundación César Manrique Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
 
Bajo de los Sables
 

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 Municipio:  Haría
Identificación Territorial: Costa baja
Clasificación Descriptiva: Morfotoponimia
Relieve litoral

Costa baja
  Glosario:
 

Bajo // Bajito: En la toponimia de Lanzarote, un bajo es un lugar de costa pedregosa y arriscada, como arrecife que queda al descubierto en la bajamar. Es también topónimo muy frecuente en Lanzarote, lo mismo que en Fuerteventura, pero no así en el resto de las islas, que es raro y con diferencias semánticas.


Jable // Jablillo // Jablito // Sable // Sables : Arena de la playa. Especialmente se aplica a la arena de tipo organológico, resultante de la fragmentación de conchas de moluscos y que al llegar a tierra se hacen volanderas, pudiendo penetrar a mucha distancia en el interior, como ocurre en las islas orientales de Canarias, formando grandes extensiones. En estos casos se llama jable al terreno cubierto por estas arenas. Procede del francés sable. En la toponimia de Lanzarote hay dos lugares en la costa de Órsola que conservan el nombre originario de sable (Risco los Sables, HA 4.95 y Bajo de los Sables, HA 4.78).

Dice Hernández Pacheco (2002: 55-59) que el jable es el resultado de la trituración de infinidad de conchas marinas y que al llegar a tierra se hacen volanderas. Dice también que al observarlo de cerca «no se ve entre los granos ni uno que presente el brillo vítreo del cuarzo, es una arena uniforme, fina, blanca mate, blanda, los granos mayores se parten fácilmente con la uña, sólo se distinguen entre los granillos blancos, algunos, en escaso número, de color negro, que sensiblemente son partículas de lava o de basalto del suelo de la isla» (ibid: 59). La corriente principal de jable que se forma en la isla de Lanzarote semeja un río de arena, en ciertos lugares con más de 5 kms. de ancho, que sale por la playa de Famara, por el NNE, y atraviesa la isla entera, de parte a parte, hasta desembocar de nuevo en la costa del Levante, por Guasimeta. El constante volar de estas arenas propició la desaparición de algunos poblados, como el de Fiquineo. Y naturalmente, esa zona no podría sino llamarse El Jable.